Embutidos Santa Cruz reabrirá la fábrica en noviembre con más puestos de trabajo

El 7 de julio de 2023, un gran incendio redujo a cenizas la fabrica de Embutidos Santa Cruz en el Polígono Industrial del Bierzo Alto (Bembibre). Un fuego originado en un pasillo exterior que comunicaba dos de las tres naves del complejo se propagó con tanta rapidez que fue imposible evitar el desastre total. Eran las seis de las tarde y pudo haber sido el final de una historia de 30 años, pero el administrador de la empresa, José Antonio Otero, tuvo claro desde el principio que el camino a seguir iba a ser el de la reconstrucción. Un año después, la nueva fábrica de Embutidos Santa Cruz ya está en pie en la misma parcela y la previsión es empezar a funcionar en ella en un plazo máximo de cuatro meses, para noviembre. El proyecto supera los 6,8 millones de euros.

Las instalaciones del antiguo matadero de Bembibre y un secadero de Astorga le están sirviendo a esta industria cárnica para mantener una parte de su actividad. Además de las naves calcinadas, donde estaba el núcleo central de fabricación, curado y despiece; Embutidos Santa Cruz tiene establecimientos de venta directa en Madrid y Barcelona y almacenes en Canarias y el capital catalana. Mantener el suministro en todos ellos ha sido una prioridad desde el día siguiente al fuego. No obstante, «estamos trabajando en precario, con solo un 30% de la producción que sacábamos antes», reconoce el administrador.

De los 50 trabajadores que integran la plantilla de esta empresa berciana, 27 trabajaban directamente en la fábrica que ardió y, de ellos, 16 se mantienen en sus puestos, dos a jornada completa y los demás, sujetos a un expediente de regulación temporal de empleo parcial. El resto del personal está en Erte total hasta que se pueda reanudar por completo la actividad en las nuevas instalaciones. 

Además, José Antonio Otero asegura que el plan es «crear cinco o seis puestos de trabajo más para aumentar la producción de algunos productos prefabricados, principalmente cocidos y semicocidos» que se sumarán a un catálogo de productos en fresco y curados.

Jamones, cecina, chorizos y carne de vaca y ternera contenida en cámaras frigoríficas. Todo se quemó dentro de las naves aquel fatídico 7 de julio. Unos dos millones de euros en materia prima, explica el administrador de Embutidos Santa Cruz, al que todavía se le entrecorta la voz cuando recuerda el incendio. «Lo veía muy negro, como si el fuego hubiera puesto bien a toda una vida laboral. Ahora, soy más optimista y empiezo a ver un poco de luz», relata Otero. En todo caso, «el camino no ha sido nada fácil», dice también.

La construcción de la nueva fábrica no pudo comenzar hasta finales del mes de marzo y eso retrasó los planes de Embutidos Santa Cruz, que quería recuperar la normalidad productiva antes de lo que deberá ser. En estos momentos, «la obra ya va a buen ritmo», afirma el administrador. Se están realizando las divisiones internas y cada semana «trabajan tres o cuatro empresas a la vez», en una parcela de más de 5.000 metros cuadrados que antes estaba ocupada por tres naves comunicadas por pasillos exteriores y construidas en diferentes fases de ampliación del negocio (1996, 2001 y 2011).

"Vamos a crear cinco o seis nuevos puestos de trabajo porque vamos a aumentar la producción de algunos productos cocidos y precocidos"José Antonio Otero. Administrador de Embutidos Santa Cruz

Ahora, se ha edificado una única nave en una planta, donde se llevará a cabo todo el proceso de producción. Las oficinas, la sala de condensadores de frío y el área donde se ubicarán los sistemas de aire e incendios ocuparán tres primeras plantas en tres zonas del complejo. «Estamos montando las instalaciones de frío, que nada tienen que ver con lo que teníamos antes», relata José Antonio Otero. La nueva etapa incluirá sistemas más prácticos y que permitan ahorrar costes, aunque el precio de la maquinaria «se ha doblado» en algunos casos.

La financiación

De momento, todos los pasos dados por Embutidos Santa Cruz han sido en solitario. La inversión realizada ha salido de dentro y con créditos que ha tenido que pedir la empresa. El seguro ha cubierto ya «el 50%» de lo recogido en la póliza, pero «estamos en negociaciones para poder cobrar lo que falta», explica Otero. En total, unos cuatro millones de euros. «Vamos invirtiendo según la disponibilidad presupuestaria y estamos pendientes de una subvención de la Junta de Castilla y León», apunta el administrador. La convocatoria se cerrará en septiembre y podría cubrir hasta el 40% de la inversión realizada.

«Hemos presentado un proyecto sobre el importe total y tenemos buenas perspectivas, pero si por lo que sea no conseguimos esa subvención, nos va costar muchísimo asumir todo el proyecto», reconoce. Por eso también han fechado la apertura en noviembre, porque dos meses antes se resuelve la tramitación de la ayuda y ya sabrán si disponen de este respaldo económico o no. Se está rematando la obra, después hay que dotar a la fábrica de los bienes de equipo e instalaciones necesarios para desarrollar el trabajo de una industria cárnica y, por último, habrá que comprar la materia prima.

«Con la maquinaria estamos empezando a cerrar alguna compra ahora», apunta José Antonio Otero. Alrededor de 900.000 euros serán necesarios para dotar la nave. Esto en un contexto muy diferente al de los años en los que compraron las máquinas que el fuego redujo a la nada. Alguna por la que Embutidos Santa Cruz pagó 70.000 euros cuesta ahora 130.000, «un poco más moderna pero prácticamente con las mismas prestaciones», dice.

Los 176.956 euros que el Ayuntamiento de Bembibre ha incluido en el presupuesto de 2024 para la industria cárnica son —explica el administrador— para devolverles lo que pagaron en impuestos y licencias, ya que el compromiso de la administración local era paralizar el cobro por estos conceptos hasta que se pudieran abrir las nuevas instalaciones. Precisamente, mañana tienen una reunión para abordar este asunto.

«Miras hacia atrás y ves las cosas muy difíciles. Lo más fácil hubiera sido coger la parte que me correspondía del seguro y olvidarme, pero eso no va con nosotros. Nosotros queremos seguir», asegura el propietario de Embutidos Santa Cruz.