Cultura
Las Edades suman el lienzo de un peregrino en Santiago
La obra de Juan Luis López busca representar a millones de caminantes
Imagen de la obra, en una imagen de Las Edades del Hombre. DL
La exposición de Las Edades del Hombre en su sede de Santiago de Compostela ha incorporado el retrato de un peregrino, «uno de los millones que ha podido caminar con el objetivo de llegar a Santiago de Compostela desde cualquier rincón del mundo», según ha anunciado la Fundación en sus redes sociales. Está realizado en óleo sobre lienzo por Juan Luis López hacia 1941 y su mirada «nos lleva a vislumbrar la dureza del Camino a la tumba del Apóstol pero también los gestos de hospitalidad recibidos en el tránsito», añaden las mismas fuentes.
La obra pertenece al Museo de Bellas Artes de La Coruña, aunque estaba en depósito en la Diputación Provincial. La escena representa a una figura masculina en el interior de la catedral compostelana, ante la portada de la capilla de Santa María la Antigua de la Corticela.
El personaje retratado cubre sus hombros con la característica esclavina adornada por varias veneras jacobeas, mientras que su mano derecha se apoya en el bordón con la calabaza, atributos todos ellos que denotan su condición de peregrino.
Se trata de una obra realizada por Juan Luis López después de la Guerra Civil, acontecimiento que supondría para el pintor un replanteamiento de su estilo en busca de un mayor naturalismo, imprimiendo a sus composiciones un estilo mucho más realista y menos estilizado.
La exposición de ‘Hospitalitas’ en Santiago de Compostela tiene lugar en la Catedral y en el Monasterio de San Martín Pinario y está compuesta de 170 obras de arte sacro. La hospitalidad, entendida no solo como atención hospitalaria a quien la precisa sino como caridad, acogida y solidaridad, es el eje vertebral de la doble muestra en Santiago y Villafranca del Bierzo.
En el caso de la capital gallega, tiene como subtítulo ‘La gracia del encuentro / A graza do encontro’ y se articula en nueve ámbitos, el primero de ellos en la cripta de la Catedral de Santiago de Compostela y los ocho restantes, en el Monasterio de San Martín Pinario.
Con el lema ‘Santiago apóstol y peregrino’, el primer ámbito hace hincapié en la presencia en Compostela de la tumba apostólica, y profundiza en la tradición jacobea que conlleva la evolución iconográfica de un apóstol que se acaba convirtiendo en el primero de los peregrinos a Santiago.
El Códice Calixtino o Liber Sancti Iacobi es la pieza capital de este apartado y de toda la exposición en Santiago.