MEMORIA HISTÓRICA
La terrible historia que cuentan tres pares de botas y tres casquillos de bala
Concluye la exhumación de la fosa de Páramo del Sil con la recuperación de restos de tres cuerpos de excombatientes republicanos asesinados en 1937
Tres pares de botas con la suela de tachuelas y tres casquillos de bala, dos de ellos de arma corta, esconden una historia terrible en el Alto de las Encinas de Páramo del Sil. Allí, bajo un castaño seco, finalmente han sido tres los cuerpos exhumados por la asociación Sputnik Labrego y la empresa Tempo Arqueólogos a partir de los testimonios de vecinos de la zona. Ahora solo queda ponerle nombres a los tres protagonistas de la tragedia.
«Cada vez parece más claro que eran tres soldados de la República, los tres calzaban las mismas botas con tachuelas del Ejército republicano, que volvían a casa después de la caída del frente en Asturias», cuenta del calzado hallado el historiador Alejandro Rodríguez, una vez concluidas las labores de exhumación. Y se refiere a los tres cuerpos recuperados, posiblemente asesinados en el otoño de 1937, según los testimonios y las actas de defunción que les han guiado hasta el castaño seco.
«También han aparecido tres casquillos, dos de arma corta y otro que tenemos que analizar», añade el historiador de las balas, que cuentan, claro, que a los tres los ajusticiaron posiblemente con una pistola.
Eso es lo que cuentan los objetos. Los restos, muy deteriorados, también tienen información y han sido trasladados a un laboratorio de la Universidad de León para que la arqueóloga forense Laura González-Garrido, trate de resolver el último enigma; el de su identidad.
Sputnik Labrego, de acuerdo con los testimonios, sospecha que dos de los tres asesinados son Baldomero Álvarez Courel, vecino de Almázcara de 37 años, con acta de defunción en Congosto — «lucha contra el marxismo», pone como causa de la muerte— y el que fue maestro en Matarrosa del Sil Rafael Mendaña García, de 35 años. Quién es el tercer hombre que los acompaña, posiblemente también ex combatiente republicano, es otro misterio. Sputnik tiene localizados a familiares de Baldomero Álvarez que podrían al menos facilitar una muestra de ADN. «Pero los restos están bastante mal y vamos a ver ahora si en el laboratorio se puede esclarecer su identidad», dice Rodríguez, después de haber fotografiado los tres casquillos de bala, dos de ellos seguramente de pistola, en la palma de una mano.