EFEMÉRIDE
Torre homenajea al primer berciano que acabó el Tour de Francia en 1924
Tres nietos de Victorino Otero, 'El Soldado', abren el sábado las fiestas de San Andrés de las Puentes, que le dedicará una plaza
Un cartel del Tour de Francia de 1912
Hace cien años, un berciano corría el Tour de Francia. Le apodaban 'El soldado' y lograba llegar a la meta de la carrera más legendaria del ciclismo en unos tiempos en los que los corredores tenían que llevar encima hasta las cámaras de repuesto para solventar los pinchazos y pocos ciclistas conseguían finalizar la prueba. Y en una fecha tan redonda, la localidad natal de Victorino Otero, así se llamaba aquel ciclista pionero, San Andrés de las Puentes, en Torre del Bierzo, le homenajeará este sábado 17 de agosto coincidiendo con sus fiestas.
Los actos comenzarán a las 19 horas con el descubrimiento de una placa en su honor y la denominación de una plaza que llevará su nombre. Después, tres de sus nietos serán los encargados de dar el pregón de las fiestas.
Victorino Otero nació en San Andrés en 1896 y a los nueve años emigró a la ciudad de Marsella junto a sus padres después del incendio de su casa. Con el dinero de sus primeros empleos en Francia logró comprarse una bicicleta y en el año 1914 comenzó a participar en sus primeras carreras. Así fue como consiguió ser campeón de ciclocross del Velo Cruz Marsellés y segundo en la carrera Marsella-Pertui, sobre una distancia de 100 kilómetros.
En 1918 regresó a España para cumplir con el servicio militar en Santander y es en Cantabria donde tuvo éxito en carreras de montaña como la Santander-Alto de Marín. También fue cuarto en una Vuelta a Cataluña y ganó el Gran Premio de San Sebastián. En el año 1923 participó por primera vez en el Tour de Francia, que abandonó tras romper la bicicleta.
Al año siguiente volvió a participar en la prueba francesa y consiguió acabarla junto a Janer, dos de los primeros españoles que finalizaron la mítica competición ciclista. Anteriormente solo lo había conseguido José Javier Javierre. Victorino Otero falleció en la localidad cántabra de Torrelavega en 1982. Dos años antes, a los 84, todavía, cuenta el Ayuntamiento de Torre del Bierzo en una nota, era capaz de pedalear un buen puñado de kilómetros a diario.