La fiebre del oro ha desplazado al carbón en Torre del Bierzo. Y ha hecho este domingo en la orilla del río Tremor, bajo el puente de la localidad, donde un nutrido grupo de buscadores, con los pantalones subidos por encima de las rodillas y bien equipados con las bateas, se puso rebuscar pepitas después de inscribirse el V Certamen de Bateo que organizaba la Fundación Cultura Minera. Algunos de ellos venían de muy lejos, atraídos el brillo del metal precioso. O al menos por su leyenda. Porque ninguna esperaba hacerse millonario. El oro que debían buscar lo aportaban la organización porque el río Tremor no esconde ningún tesoro a la vista.
Hasta un centenar de participantes de siete comunidades autónomas disfrutaron del bateo, bien en los talleres que explican la formación y sedimentación del mineral así como la forma idónea de buscarlo entre las arenas del río, bien concursando, formato escogido por los más veteranos en esta afición que alguna vez fue oficio.
Al final de la jornada de bateo, que incluyó una comida grupal, se repartieron 16 premios en las distintas categorías. Miriam De Cabo, Javier Requejo, Marcos Tejedor y el niño Marco Lalelona vencieron sus secciones de un concurso que consistió en la entrega de un caldero con pepitas de oro y arena que debían arrojar al río para tratar después de recuperar todas las piedras, explican desde la organización del bateo.
La Fundación Cultura Minera afianza así la categoría nacional para el bateo de Torre del Bierzo, que continuará en próximas ediciones y ya aspira a lograr algún día la categoría internacional.