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El berciano Jorge Fernández, gasolina en las venas

El joven 'abraza' la afición familiar por el mundo del motor y lidera el Campeonato de Castilla y León de Trial en la categoría TR5

Carlos Fernández, padre de Jorge Fernández, piloto de trial del moto Club Bierzo

Publicado por
Laura Sánchez

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Jorge Fernández tan solo tenía seis años cuando se subió por primera vez a una moto. En ese mismo instante supo que quería seguir haciéndolo cada día. Seis años después este joven berciano, natural de Cabañas Raras, lidera la clasificación del Campeonato de Trial de Castilla y León en la categoría TR5, de adultos, donde compite desde hace dos años. El campeonato acaba en noviembre y aún queda mucho trabajo por delante.

“Tengo una moto grande y por eso no puedo competir en la categoría de infantil” explica Fernández, quien maneja una moto de 125 centímetros cúbicos. Giros y equilibrios ocupan sus entrenamientos, dos o tres a la semana, con el objetivo de acabar la competición en el primer puesto. Eso sí, el joven compagina su amor por el motor con los estudios. “Los estudios son lo primero. Si no hay resultados ahí, no hay moto”, afirma su padre, Carlos Fernández Negro, quien también compite tanto en trial como en rally.

“Mi afición nace de mi padre. Me gusta mucho el mundo del motor, las motos y los coches desde pequeño. De momento solo compito en moto pero en el futuro me gustaría correr rallies”, afirma el joven deportista, quien se inició en el mundo del trial de la mano de Sebas Prieto, de la Escuela Sebastrial del Bierzo. Y es que Negro quería que su hijo hiciera algún deporte. Tras probar el fútbol y comprobar que no le gustaba le animó a subirse a una moto. Lo hizo con seis años, en una explanada y acompañado por el maestro del trial en el Bierzo. Y a partir de ahí ya no hubo vuelta atrás. “Hay que practicar muchos giros y equilibrios. Me encantaría ser profesional y ganarme la vida con ello, aunque sé que es difícil”, reconoce Fernández, quien pertenece al Moto Club Bierzo. En España hay muy pocos pilotos de trial que vivan de ello y muy pocos lugares donde aprender y practicar. La cuna de este deporte está en Cataluña. Este joven berciano tuvo este verano la oportunidad de acudir a un campamento en Andorra con los mejores pilotos del mundo de este deporte: Tony Bou, 34 veces campeón del mundo; Jaime Busto y Gabriel Marcelli. “Son mis referentes”, dice emocionado. Con ellos ha aprendido nuevas técnicas que llevará a la práctica en sus próximos entrenamientos y competiciones.

Afición familiar

Carlos Fernández Negro, el padre de este deportista, también lleva el motor en sus venas. Era electromecánico y desde pequeño se movió entre coches. “A mí me llamaba la atención y cuando cumplí 18 años empecé a correr rallies”, explica Negro. Con el Team Repauto ha participado en el Campeonato de Castilla y León y el de Galicia. Este año compite en el Campeonato de España de Rallycross. A bordo de su Nissan Micra ganó el Campeonato de Castilla y León en el grupo N en el año 2007 y ha corrido numerosos rallyes en el Bierzo.

A esto se añaden las carreras de trial, que también hace. “Quedé subcampeón el año pasado en la categoría de aficionados. Algunos padres competimos en esta categoría, que es fácil, y así acompañamos a nuestros hijos y hacemos el campeonato con ellos. Creo que es un deporte muy acertado para un niño porque aprende a concentrarse y tener equilibrio”, asegura Negro. Aunque tiene claro una cosa: “Son niños, tienen que disfrutar y pasarlo bien aunque tengan ese pique sano de ganar. Están en la edad de hacer buenos amigos y sobre todo de los estudios, que son lo primero”, recalca. “Este es un deporte minoritario en el que es difícil despuntar. En Pobladura de las Regueras ha habido varios campeonatos del mundo y no han tenido mucha repercusión. Este año, en septiembre, se disputará el Trial de las Naciones y no va a tener tampoco la repercusión que debería”, lamenta.

El futuro

A Jorge Fernández le encantaría llegar a ser profesional y ganarse la vida con el trial o los rallies. Pero sabe que no lo tiene fácil. Por eso se centra también en sus estudios. Este año comenzará el instituto y espera poder seguir compaginando las clases y los exámenes con su amor por este deporte. “Me gustaría estudiar mecánica aunque lo que quiero es correr rallies”, afirma.

“Tengo una empresa de maquinaria y me vendría muy bien que cogiera las riendas del negocio. Me siento muy identificado con él porque desde pequeño cualquier cosa que hiciera ruido me llamaba la atención”, explica su padre. “Hoy los coches han avanzado mucho pero los niños conocen toda su tecnología perfectamente”, añade.

El reto más cercano es seguir trabajando para alzarse con el Campeonato de Castilla y León de Trial de este año. “Si ganara me sentiría muy bien y muy contento”, finaliza el joven deportista.