Toreno entrega a la Virgen la jarra con el primer mosto para asegurar la vendimia
Dos niños de Carracedo pisaron los racimos de Mencía para pedir protección tras un año vitícola roto por el granizo. Aún con ello, la DO confía en que la cosecha sea "equilibrada" cuando todavía quedan entre 10 y 15 días para empezar a recoger
En El Bierzo, la tradición ha dejado dicho a los viticultores que deben ofrecer a su patrona el primer mosto del año para tratar de asegurar que la vendimia se desarrolle sin sobresalto y la cosecha sea próspera. Y eso es lo que se ha hecho este domingo en la iglesia parroquial de Carracedo (Carracedelo). Dafne e Iker han sido los dos niños encargados de pisar las uvas tintas para hacer el mosto que le fue brindado a Santa María la Real. El Ayuntamiento de Toreno, representado por su alcalde, se hizo cargo de la ofrenda.
Aunque tiene más sangre minera que uvas en sus tierras, en Toreno también se hace vino y conserva una parte, la más próxima al Bierzo Central, plantada de viñas en plena producción. Se concentran en Pradilla y es la Bodega 13 Viñas de Cubillos del Sil la que se ocupa de su cuidado y explotación tras haber recuperado numerosas pequeñas parcelas de cepas centenarias. También en dirección a los Tombrios (Abajo y Arriba) hay vino, aunque en este caso su explotación se centraliza en el ámbito doméstico y algunos kilos se venden en cooperativa. Sea como fuere, Toreno cumplió con su obligación y el regidor, Vicente Mirón, portó la jarra con el mosto de Mencía en nombre de un municipio más acostumbrado "a los cepos que a las cepas", ironizó.
El granizo arruinó un año vitícola que llegaba sobrado hasta aquellas dos tormentas de piedra de finales de junio y la cosecha no va a ser como se podía haber esperado. Tampoco el año pasado se cumplieron las previsiones. Aquella vez fueron muchos más los kilos de uva recogidos de los que se habían estimado. Por eso, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo mantiene el optimismo y confía en un vendimia "equilibrada" después de todo. "Si el año pasado tuvimos un 30% más. Tal vez este año tengamos un 30% menos", afirmó la responsable de Promoción, Eva Blanco. Ella fue la encargada de representar a la DO en la ofrenda del primer mosto y también explicó que la vendimia viene con retraso respecto al año pasado, algo positivo. Entre diez y quince días quedan todavía para el inicio previsto.
Sin quitarle hierro a las graves consecuencias del pedrisco en muchas parcelas, Blanco aseguró incidió que la mayor preocupación de los viticultores es asegurar la sanidad de la planta para las próximas campañas. Esa es la prioridad. "Las cosas no son como empiezan, sino como terminan y yo creo que, al final, no va a ser tan malo como se espera hace un mes o mes y medio. “Hemos estado trabajando mucho para cicatrizar, para salvar las zonas que estaban bien, para proteger la viña y, ahora, llegan los 15 días más interesantes. Vamos a dejar que esto evolucione y cuando acabemos la vendimia valoraremos", apuntó la vocal del Consejo Regulador.
Hacer cualquier estimación de pérdidas es inviable a estas alturas, como calcular la afección por el mildiu que se vio favorecido por la humedad que se hizo después de la granizada con temperaturas suaves; por eso Eva Blanco pide cautela a la hora de hacer valoraciones precipitadas. De hecho, asegura que ningún viticultor se ha acogido a la medida de exención de pago de la cuota anual de producción. Lo que lleva a pensar que nadie tira la toalla y el trabajo se centra en recupera lo que queda. Blanco se muestra convencida de que, al final, habrá una compensación y segura de que la calidad de la uva que ha superado el trance seguirá intacta. Ahora solo cabe esperar que, en los días que restan hasta el inicio de la vendimia, la climatología se comporte.