Los alcaldes del Camino Francés niegan la masificación turística: "Todavía queda mucho margen de crecimiento"
Los regidores de los 11 municipios de la ruta jacobea con mayor tradición histórica rechazan, en Molinaseca, la turismofobia: "Estamos en el sinsentido de tener que dar explicaciones por un caso de éxito de desarrollo local y cultural"
Los once alcaldes de la Mancomunidad de Municipios Gallegos del Camino Francés se han citado en Molinaseca para homenajear a aquellos segadores que se desplazaban hasta Castilla para ganarse el jornal y, a la vuelta del trabajo, paraban en el santuario dedicado a Nuestra Señora de las Angustias, de donde se llevaban una astilla de la puerta en señal de protección y dejaban el hocín como muestra de agradecimiento. Un marco de conmemoración que se tornó reivindicativo cuando los regidores gallegos y también los dos leoneses que compartieron escena, el de Molinaseca y el de Santa Colomba de Somoza, criticaron la "turismofobia" que está empañando -dijeron- la realidad del Camino. No hay masificación. Esa fue la defensa.
"Estamos en el sinsentido de que las administraciones tenemos que pedir casi excusas y dar explicaciones por tener un caso no solo de éxito, sino de desarrollo local y cultural, de atracción de un turismo de muy alto nivel y muy respetuoso con el medio ambiente", defendió el director de la Sociedad Anónima de Gestión del Plan Xacobeo, Ildefonso de la Campa, que fue uno de los más críticos respecto a esa masificación que se está ligando al Camino, especialmente en los cien últimos kilómetros.
"No compartimos la realidad del Camino que se está planteando. No consideramos que se esté masificando. Al contrario, se está desestacionalizando, cada vez hay más peregrinos a lo largo del año", afirmó, desmintiendo cualquier el impacto negativo "en nuestro sistema de acogida, sobre todo en los albergues públicos". De hecho -dijo- "nuestro nivel medio de ocupación al año es del 33%, por lo que todavía queda mucho margen para que muchos más peregrinos puedan hacer el Camino de Santiago".
"No consideramos que se esté masificando. Al contrario, se está desestacionalizando, cada vez hay más peregrinos a lo largo del año"
De la Campa si pregonó el trabajo conjunto y apostó de manera general por la misma colaboración que sí se demuestra en el marco de la Mancomunidad de Municipios Gallegos del Camino Francés. "Lo que hay que potenciar es una buen coordinación municipal y entre administraciones, poner los recursos adecuados para que la experiencia de la peregrinación sea positiva para los peregrinos y así nos lo dicen los datos. Tenemos además una experiencia turística reconocida como una de las más seguras a nivel mundial", subrayó el responsable de la SA de Gestión del Plan Xacobeo.
Especialmente crítico con la tendencia actual de condena del incremento del turismo fue Pablo Taboada, el alcalde de Palas de Rei, donde comienzan los cien kilómetros finales de la ruta jacobea. "Hay una turismofobia que para nada tiene que ver con el Camino y menos con la filosofía del Camino Francés, porque es el que más infraestructuras tiene y el que más aporta. Es una falsa idea de falsos defensores del Camino que están haciendo daño", consideró el regidor de un municipio que, en 2022, fue el tercer destino turístico de España con respecto a la población. "Y para nada hemos sentido esa masificación. El Camino se integra perfectamente con nuestro pueblo", garantizó.
"La masificación es una falsa idea de falsos defensores del Camino que están haciendo daño"
También el alcalde de Molinaseca, Alfonso Arias, desechó esa masificación y dejó claro que su municipio quiere que lleguen peregrinos y turistas. Cuantos más mejor. "Nosotros estamos encantados con que se deje dinero en nuestro negocios de hostelería", afirmó Arias, verbalizando una realidad, la de que se trata de "una fuente de ingresos fundamental".
Antes de parar en Molinaseca, los alcaldes gallegos del Camino Francés se acercaron a Foncebadón para despositar once piedras con los nombres de todos. Una primera acción conmemorativa a la que siguió la del santuario de las Angustias. Allí, la presidenta del ente mancomunado y alcaldesa de Triacastela, Olga Iglesia, entregó al párroco un hocín convenientemente dispuesto dentro de una urna y con un texto grabado en madera en recuerdo de los segadores gallegos que iban y volvían hacia y desde Castilla.