El hongo que arruinó la última cosecha de castañas persiste y la recolección deberá ser rápida
La Mesa del Castaño del Bierzo ha iniciado el muestreo de parcelas y ya está detectando la presencia del 'Gnomoniopsis smithogilvyi' que pudre el fruto
El hongo Gnomoniopsis smithogilvyi fue el principal enemigo de los castañicultores del Bierzo la pasada campaña. Llegó, incluso, a paralizar la recolección y el mercado por el estado que presentaba el fruto. Esa grave incidencia, tras darse por superado el bache más grande de la plaga de avispilla, llevó a los técnicos de la Mesa del Castaño del Bierzo a impulsar una investigación biológica, con apoyo de la Junta de Castilla y León, para tratar de radiografiar el hongo y su impacto y buscar soluciones. Ahora, esos técnicos acaban de iniciar los nuevos trabajos de muestreo y análisis para predecir la posible incidencia actual, ya con los primeros resultados de los estudios realizados en la mano.
«Ya se está detectando la presencia del hongo en algunas parcelas establecidas», explica el secretario de la Mesa del Castaño del Bierzo, Roberto Rubio. Las primeras conclusiones de la investigación llevada a cabo en el laboratorio de Cesefor-Inbiotec, de las que se hizo eco este periódico hace unos meses, determinaron que hasta el 60% de las castañas (el 90% en algunas zonas concretas) de la última cosecha estaban afectadas por la enfermedad causada por el Gnomoniopsis smithogilvyi y también que los sotos del Bierzo Oeste y a variedad Parede resultaron ser más resistentes. De momento, el muestro en la red de parcelas demuestra que el escenario no ha cambiado mucho y, por lo tanto, la situación vivida el pasado año se puede repetir.
«Por el momento, se animará a los recolectores a la rápida recogida y gestión del fruto, entre otras medidas», adelantó Roberto Rubio. Y es que recoger las castañas lo antes posible una vez que caen los erizos y conservarlas en unas condiciones óptimas de temperatura se han demostrado, hasta ahora, como la única medida posible para frenar el grado de afección por este hongo oportunista que ha aprovechado el escenario que dejó la avispilla, con árboles más debilitados.
Desde la Mesa del Castaño han incidido en la importancia de continuar trabajando en este ámbito para «identificar y desarrollar medidas de control biológico frente a esta patología que afecta a la castaña». El año pasado, el desconcierto entre los castañicultores fue generalizado por el gran daño que provocó este hongo y que iba siendo mayor a medida que avanzaba la campaña de recolección. Se desplomaron los precios y se paralizó el mercado. Se dejó de comprar castaña en muchas zonas ante la imposibilidad de demostrar el buen estado de las mismas.
El Gnomoniopsis smithogilvyi provoca un debilitamiento generalizado del castaño, adelantando la caída del erizo. El fruto se pudre y la cosecha disminuye. De ahí la importancia de buscar soluciones para frenar su avance y los esfuerzos que se están realizando a nivel técnico y científico.
«Una de las actividades llevadas a cabo fue la puesta a punto de una metodología basada en técnicas de PCR y qPCR para la detección de la presencia del hongo en el castaño y, así, poder anticipar diversas medidas y recomendaciones de gestión temprana del hongo en distintos tipos de muestras naturales, como hojas, erizos o castañas. Estas técnicas se han validado durante las campañas de 2023 y 2024, analizando muestras recogidas en 60 puntos distintos de El Bierzo», explicó Roberto Rubio.