El teatro de pueblo que estrenó el tercero de los hermanos Urquijo
Cubillos del Sil celebra los 20 años de su pequeño gran teatro y repasa la historia en los carteles con nombres como los de Pedro Reyes, Beatriz Rico y J. J. Vaquero
Javier Urquijo, el tercero de los hermanos de Los Secretos, escribió el primer renglón de la historia del Teatro de Cubillos del Sil hace ya 20 años. Lo hizo sobre una página en blanco sin numerar en la que estampó su firma después de un concierto. Aquello fue el primer gran acto de una programación cultural que se ha mantenido estable durante dos décadas, gracias al respaldo económico del Ayuntamiento y a haber entrado en la red de Circuitos Escénicos de Castilla y León, con la que la Junta asegura una actividad coordinada durante todo el año.
Otro Javier, García, era el programador del teatro por aquel entonces y lo fue hasta hace apenas tres años. Había trabajado como encuadernador y de sus propias manos nació ese libro de firmas que atestigua la efervescencia cultural de un pequeño teatro de grandes aspiraciones que estos días celebra su aniversario. «Empezamos con entre 6.000 y 10.000 euros anuales aportados por el Ayuntamiento», recuerda. Con eso y la inyección de la Junta se hacía, como mínimo, una obra al mes salvo los tres de verano. Unas nueve por año a las que había que sumar la actividad de grupos de teatro locales o asociaciones que solicitaban hacer uso de las instalaciones para ensayar y presentar sus propuestas. A día de hoy, eso sigue siendo así.
Luis Gordillo es el actual gestor teatral. Él se ha encargado de diseñar la programación del cumpleaños, que incluye la exposición de unos 240 carteles —algunos originales y el más antiguo de un concierto de Rapabestas— que son, prácticamente, todas las funciones que han levantado el telón desde aquel abril de 2004. Pancho Varona, Beatriz Rico, Pedro Reyes, Iñaki Urrutia y J.J. Vaquero son otros nombres que figuran en ese libro gordo de más 200 páginas. Hay muchos cómicos porque es la comedia lo que más gusta.
«La gente quiere venir al teatro a desconectar y divertirse», apunta Gordillo. «La música también funciona muy bien», añade. Pero igualmente se ofrece teatro familiar y danza con compañías de peso, como Morfeo Teatro, y otras del espectro más local. Desde el pasado año, el programa Dinamiz-ARTj, promovido por el Instituto para la Transición Justa (ITJ), contribuye a incrementar la oferta. Y con eso se mantiene la historia de «un auténtico lujo», considera el primer programador cultural del Teatro de Cubillos.
«Esto como un teatro comercial sería impensable, sobre todo teniendo en cuenta que la entrada que se cobra es de tres euros. Detrás de ello está el esfuerzo del Ayuntamiento por mantener la cultura"
«Para mí es un orgullo que nuestro teatro se haya convertido en un referente cultural en El Bierzo, realizando entre diez y doce actuaciones al año», asegura la concejala de Turismo y Cultura, Rosario Gómez. «La cultura es básica para los pueblos», defiende Luis Gordillo, «no solo entendida como alternativa de ocio, sino para orientar en cuestiones sociales», añade para insistir en la defensa de un teatro pequeño (tiene un aforo de 220 personas) cuya «magia» radica precisamente en esa condición. «Me dicen las compañías que este pueblo tiene un público brutal. Por el pequeño formato del teatro, hay una cercanía muy directa con el artista», relata también.
Lo cierto es que «la gente siempre ha respondido» y prácticamente todas las propuestas tienen gran acogida. Recuerda Javier García que alguna vez sintió «amargor» al ver a catorce personas en el patio de butacas, aunque han sido las menos. En lo que todos coinciden es en la importancia de apoyar la cultura en el medio rural desde lo público. «Esto como un teatro comercial sería impensable, sobre todo teniendo en cuenta que la entrada que se cobra es de tres euros. Detrás de ello está el esfuerzo del Ayuntamiento por mantener la cultura con el respaldo de la Junta y la Diputación de León», destaca el programador cultural. La sola existencia de su figura en un municipio pequeño ya es motivo de mención.