Ponferrada elimina barreras al ocio con el primer cine adaptado a niños con autismo
Más luz, menos sonido, anticipación, una mesa de juegos para la regulación emocional y libertad para moverse fueron algunas herramientas utilizadas en la primera sesión de las seis previstas hasta diciembre
Con luz ambiente y un volumen suave durante toda la película, un tiempo máximo de 95 minutos, sin anuncios ni tráilers, con libertad para levantarse de la butaca, en una zona tranquila y habiendo entregado a las familias material de anticipación para preparar el recorrido hasta el cine y tomar contacto con este ambiente. Así se ha adecuado la sala 5 de los Cines La Dehesa de Ponferrada para que un grupo de niños con autismo haya podido disfrutar de ocio adaptado a su condición personal.
Cine neurodiverso se denomina una actividad impulsada por la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Ponferrada, fomentada por Ventea —un proyecto que promueve el ocio inclusivo en todo el país— y con la colaboración de la Asociación Autismo Bierzo.
La primera de las seis sesiones de cine que se han previsto hasta diciembre se ha celebrado este domingo. 'Buffalo Kids' —una película animada que invita a reflexionar sobre la discapacidad, la diversidad y la inclusión— fue la propuesta de estreno elegida y no circunscrita a un colectivo concreto, sino abierta al público general, precisamente para fomentar esa interacción y normalizar al máximo posible la realidad de las familias de niños y niñas con TEA. De ahí, la guía para anticipar la visita al cine, con fotos e información útil para favorecer ese contacto y prevenir, en la medida de lo posible, cualquier crisis emocional.
La instalación de una mesa de juegos fuera de la sala, atendida por dos psicólogas de Autismo Bierzo, fue otra de las herramientas para reforzar el bienestar de los menores en caso de no poder aguantar toda la sesión cinematográfica o sufrir alguna crisis. «Es una mesa con materiales sensoriales que ayudan a los niños a calmarse», explicó la psicóloga Rosa Ana Fontaine. Ningún gran secreto. Plastilina, pompas y un palo de lluvia fueron algunos de esos juguetes. «Con ello desviamos su atención en un momento de rabieta o de regulación emocional y la focalizamos en el juego para ayudarle a salir del contexto de la situación en la que se encuentra», explicó Fontaine.
Algunos de las familias que forman parte de la comunidad de Autismo Bierzo (actualmente son alrededor de 40) no habían ido nunca antes al cine con sus hijos. «Estas familias se encuentran con que, a veces, otras familias no empatizan y no entiende qué está pasando. No piensan que es un niño con TEA, sino un niño maleducado», relata la psicóloga. De ahí ese freno al ocio en un contexto general.
«Debemos normalizar el autismo, que se entienda desde fuera que hay niños con necesidades especiales que también tienen derecho a disfrutar del ocio y hacerlo de una manera inclusiva. Por lo tanto, esta actividad es muy positiva a nivel personal, para los niños y sus familias, pero también a nivel social», consideró la psicológica de Autismo Bierzo.