Diario de León

EDUCACIÓN

Una niña con hipoacusia pelea para lograr más horas de intérprete en clases

La menor, con un expediente académico de sobresalientes en el Ies Virgen de la Encina de Ponferrada, ya no puede ir los viernes al instituto

Anaís tiene un expediente académico de sobresaliente de media. Su madre le hizo este miércoles una foto en su casa.

Anaís tiene un expediente académico de sobresaliente de media. Su madre le hizo este miércoles una foto en su casa.DL

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Ponferrada

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Tiene 13 años, nació con una hipoacusia severa profunda (carencia de agudeza auditiva), y desde que comenzó la escolarización con 3 años ha contado con intérpretes para su educación. Anaís cursa ahora segundo de la ESO en el Instituto Virgen de la Encina de Ponferrada. Tiene un expediente académico de primera, con sobresaliente de media; pero cuenta su madre, Ana González Méndez, que los servicios provinciales de Educación han reducido las horas que presta el intérprete en las clases a las que acude su hija.

Con 20 horas de intérprete a la semana, en bloques para tres alumnos, la estudiante Anaís se ve imposibilitada para recibir clases los viernes. Ese día no dispone de intérprete, y tampoco a última hora de cada jornada lectiva, de lunes a jueves. Esto significa que la menor de edad ve mermados sus derechos a la educación y, con un expediente académico de primera, no está recibiendo las enseñanzas necesarias para seguir avanzando en las tareas lectivas del curso.

AL PROCURADOR

Cuenta a este periódico la madre de la menor que ha hecho lo indecible para que a su hija no le falte el intérprete en las aulas, dado que sin esa ayuda, ella no recibe la formación debido a su deficiencia auditiva. Ha acudido al Procurador del Común, ha denunciado la situación en la Dirección Provincial de Educación, en donde la conocen bien y en donde -sostiene- que es el departamento que debe buscar y aportar una solución a las pocas horas de intérprete que le dan a su hija.

«La están abocando al mayor de lo fracasos y en donde pueden darle la solución estoy segura de que dirán que la culpa es de otros», manifiesta Ana González Méndez. Como anécdota, cuenta que un día llegó a llamar hasta veinte veces a la dirección de Educación para tratar de buscar una salida a la carencia en el aulas de su hija, y explica que poco menos que la marearon de una ventanilla a otra.

RECOGIDA DE FIRMAS

Ana González Méndez ha echado también mano del portal de recogida de firmas change.org para su causa y que Educación ponga más horas de intérprete a su hija en clase. Ayer, al cierre de esta información, habían firmado y dado su apoyo a esta causa un total de 818 personas.

«Garanticen los derechos educativos del alumnado con discapacidad», reza el enunciado de la petición de ayuda, que va firmado por la protagonista de esta historia, Anaís, quien dice que su único medio de comunicación es la lengua de signos.

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