Un estudio de 20 años de la DO Bierzo liga el éxito de sus vinos a la custodia del territorio

La apuesta por la calidad del vino, renunciando al «mero volumen», y por la singularidad del territorio, hasta crear «una imagen de marca colectiva» que está por encima de los proyectos individuales de cada bodega, han marcado la evolución de la Denominación de Origen Bierzo en los últimos 20 años y han sido aspectos clave para convertirla en un ejemplo de éxito en la internacionalización, habiendo conseguido posicionarse entre las deós de Castilla y León con mejores rendimientos en el mercado exterior y con precios de exportación por encima de las medias autonómica y nacional. Todos estos son datos recogidos en un estudio realizado por el economista Rogelio Jorge-Martín y el geógrafo Julio Fernández Portela, ambos profesores de la Uned y parte del Grupo de Investigación Cultura, paisaje y patrimonio de la vid y el vino (VitisUned).

El estudio destaca la defensa de las singularidades geográficas y productivas, así como de las variedades autóctonas (principalmente Mencía y Godello) como pilares fundamentales de la evolución positiva de la Denominación de Origen Bierzo justo cuando esta se haya inmersa en una lucha administrativa con la DO Rueda para impedir que el cultivo de la variedad blanca —en claro ascenso en el mercado— se extienda al corazón de Castilla.

«El Bierzo es una comarca destacable dentro del proceso de revitalización vitivinícola. Ha conseguido formar una imagen de calidad y arraigo territorial que ha despertado el interés de los mercados, con una calidad distintiva basada en el concepto terroir, la autenticidad y la naturalidad en la elaboración del vino», recoge el trabajo titulado ‘Situación y cambios recientes de calidad e internacionalización en la DO Bierzo: el territorio como valor añadido para la supervivencia exportadora’. Un informe que respalda los argumentos empleados por el Consejo Regulador en sus alegaciones contra las pretensiones de Rueda.

La influencia de la geografía, la cultura y la historia propias y un modelo productivo bien definido en el que, entre otras cosas, no se permite el riego, se diluye el granel y se trabaja de una forma casi artesanal, son otros valores bien definidos en el informe. «El Bierzo ha optado por una estrategia de diferenciación, renunciando a la producción masiva de grandes volúmenes, donde no son competitivos, para centrarse en la calidad. Esto ha permitido situar su precio de venta por encima de la media nacional y ser un espacio de calidad demandado fuera de España».

En el año 2000, la DO Bierzo exportaba poco más de 640 hectolitros de su producción de vino y en 2022, ya fueron más de 14.000, según datos del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl). Esto con una producción mucho menor, que ha pasado de las cerca de 30.000 toneladas de uva recogidas en 2000 a una media actual de algo más de 12.000 toneladas. Por eso, la estrategia se centra en la calidad del vino embotellado. «En el año 2000, El Bierzo vendía a granel tres cuartas partes de su producción y en las últimas dos décadas, la proporción se ha invertido», cita el estudio de los dos investigadores de la Uned, que también marca la distancia con otras regiones vitícolas de Castilla y León.

«Mientras algunas comarcas vitivinícolas han experimentado una fuerte expansión en su superficie y producción, como por ejemplo Rueda y Ribera del Duero, en El Bierzo la producción ha descendido, orientándose a la elaboración de vinos de mayor calidad y de producciones más pequeñas», subrayan los expertos. Eso, con una «estrategia comercial basada en la diferenciación» y en la «incorporación de valor añadido al vino», ha multiplicado «el éxito exportador y la supervivencia exportadora» con unos precios medios por encima de otras DO, como Ribera del Duero o Rueda», repasa el estudio sobre la evolución del vino del Bierzo en las últimas dos décadas.

"Mientras algunas comarcas vitivinícolas han experimentado una fuerte expansión en su superficie y producción, en El Bierzo la producción ha descendido, orientándose a la elaboración de vinos de mayor calidad"Rogelio Jorge-Martín y Julio Fernández Portela

El mismo informe ofrece datos concretos sobre los precios: «En 2022, el vino del Bierzo alcanzó un precio de 7,60 euros por litro exportado, superior al obtenido en el merado nacional (5 euros/litro)» y también por encima de la media de Castilla y León, que está en «6,96 euros/litro». La clasificación de los vinos en unidades geográficas menores (vinos de villa, paraje, viña clasificada y gran vino de viña clasificada) ha sido un paso crucial, indica también el estudio, en ese incremento del valor.

«El precio no se fija en función de los costes, sino de lo que los consumidores finales estén dispuestos a pagar por el producto en base a criterios subjetivos y objetivos». Por eso, a los vinos de la DO les funciona la estrategia de puesta en valor de lo que los hace únicos (los ya mencionados criterios geográficos, históricos, culturales y naturales): «La sostenibilidad exportadora de las bodegas bercianas reside en la imagen que su territorio proyecta, que es la que hace que, en gran parte de los casos, los clientes internacionales se interesen por su producto y acudan a por él».

Otra de las cuestiones destacadas en ese análisis de 20 años en lo que a exportación se refiere es que los vinos bercianos «no tienen una marcada dependencia de países o regiones específicos, lo que influye positivamente en la supervivencia exportadora». Así, «la proporción de ventas destinadas a cada área geográfica se mantiene por debajo del 40% del total». El mercado europeo es el de mayor peso (39,42%), seguido del americano (33,04%). Detrás de ambos se sitúan países europeos que no pertenecen a la UE (16,30%), con Rusia y Suiza a la cabeza, y Asia (10,33%), principalmente China. En último lugar, Oceanía que «aunque representa menos del 1%, se presenta como una región con potencial de futuro en las exportaciones de la Denominación de Origen Bierzo», destaca el estudio firmado por los profesores Rogelio Jorge-Martín y Julio Fernández Portela.

El tamaño y la falta de recursos de las bodegas sigue limitando la capacidad para crecer fuera

El trabajo de análisis enmarcado en el Grupo de Investigación Cultura, paisaje y patrimonio de la vid y el vino de la Uned ha tomado como base diferentes fuentes (económicas, oficiales y estadísticas) y también las aportaciones de 19 bodegas adscritas a la DO Bierzo que permiten conocer sus posiciones particulares respecto a las estrategias de marketing y comunicación para vender producto y marca. Según este estudio, casi el 90% de las consultadas «consideran que el territorio tiene importancia en el valor final del vino para el consumidor internacional». Y eso se nota e la apuesta por las variedades autóctonas en la que también se detienen los expertos.

«El Bierzo ha apostado por variedades autóctonas adaptadas a las características de los suelos y el clima. No ha introducido variedades foráneas como sí han hecho otra regiones, lo que representa una clara apuesta por el valor propio», destacan Jorge-Martín y Fernández Portela.

"El Bierzo no ha introducido variedades foráneas como sí han hecho otra regiones, lo que representa una clara apuesta por el valor propio"Rogelio Jorge-Martín y Julio Fernández Portela

Sin embargo, hay un pero, un problema que limita la capacidad exportadora de las bodegas del Bierzo. «El principal problema es su reducido tamaño, la falta de recursos económicos para hacer frente al lapso entre la venta y el cobro y la carencia de personal especializado en el área de comercialización». Por eso, no puede competir en igualdad de condiciones que regiones como Rueda.

«Destaca la dura competencia de las deós cercanas, como Ribera de Duero, Rueda y Rioja. Todas ellas con un perfil de cliente muy homogéneo entre sí. Son denominaciones de origen que llevan años en el segmento de precio y canal al que aspira El Bierzo y cuentan con abundantes recursos económicos y humanos, además de una reputación e imagen ya establecidas». Este es el marco en el que se plantea la autorización para que la DO Rueda elabore vinos con uva Godello.

De la encuesta entre bodegas realizada por los investigadores hacedores del estudio destaca que cuatro de cada diez exportan a entre uno y cinco países y algo más de un 15% lo hace ya a entre cinco y diez países. Una cuarta parte de las bodegas del Bierzo consultadas venden su vinos en entre 10 y 20 países y solo una de cada diez exporta a más de 20 destinos. Estas últimas son «empresas de grandes volúmenes que pueden acceder a numerosos mercados y que cuentan con departamentos exclusivos de exportación». Las que menos.