Dos disparos contra un sordo y un balazo para la mujer que lo defendió
El bisnieto de Francisca Fernández recuerda cómo su bisabuela sobrevivió en Torre a un tiro en el vientre de un soldado que acudía a sofocar la revuelta minera
A Francisca Fernández no le quedó más remedio que salir corriendo a la calle para advertir a los soldados que acababan de disparar a su yerno asomado en la galería de su casa —y habían errado los dos tiros— que no les podía oír porque estaba sordo. Los soldados venían de León, en un convoy militar que atravesaba Torre del Bierzo con destino a Bembibre para sofocar la Revolución. Y era la tarde del domingo 7 de octubre de 1934, horas después de que los mineros del Alto Sil que habían proclamado la República Social en la capital del Bierzo Alto incendiaran la iglesia de San Pedro y quemaran todos los Santos en una hoguera en la plaza Mayor, excepto el Sagrado Corazón vestido con un manto rojo.
Cuando los soldados que habían disparado los dos tiros errados vieron a Francisca salir corriendo del bajo de la misma casa le metieron un balazo en el vientre, con mejor puntería y sin escuchar en absoluto lo que les decía. Y lo que les decía era que su yerno, asomado en la galería, estaba sordo y no podía entender la orden de cerrar la ventana y encerrarse en la vivienda. Francisca, que ya tenía 76 años, acabó tirada en la carretera, con la bala en el vientre y en medio de un charco de sangre.
Lo cuenta su bisnieto, Manuel Fernández Villatoro, noventa años después, mientras señala a la galería donde impactaron los dos primeros disparos, los que no alcanzaron a Mateo Viloria, que asomado al ventanal no había hecho caso de la orden de los soldados de retirarse dentro de la casa porque no les oía. Al contrario, como no entendía lo que le decían aquellos militares, se asomaban un poco más para escuchar mejor sus palabras. Hasta que le dispararon y vio cómo su suegra salía corriendo de casa y caía abatida en mitad de la carretera.
«Le decían que se metiera para dentro, pero el pobre hombre no entendía lo que le estaban diciendo y claro, quería prestar atención a lo que le decían. Y precisamente lo que le decían era que se ocultase dentro», relata Manuel Fernández. «Su suegra, mi bisabuela, tuvo que salir al paso de los soldados para decirles que el hombre era sordo, que no le disparasen y en ese momento le pegaron un tiro en la barriga. Afortunadamente sobrevivió, pero en la galería hay todavía incrustadas dos balas», añade.
Porque, efectivamente, Francisca Fernández sobrevivió. Se recuperó de aquel disparo en el vientre que bien pudiera haberle llevado a la muerte siendo una anciana, y aún vivió siete años más, hasta 1941.
Y nueve décadas después, una chapa metálica cubre la mitad de la galería de la casa donde ya no vive su familia y donde un domingo de octubre de 1934 restallaron dos disparos errados que quizá tampoco oyera del todo su destinatario.
La mujer que se llevó un balazo para evitar que los soldados mataran a su yerno sordo durante la Revolución de 1934
Manuel Fernández Villatoro muestra la casa donde ocurrió el incidente que en 1934 le costó un balazo en el vientre a su bisabuela por defender a su yerno sordo de los soldados.
La mujer que recibió un balazo por ayudar a su yerno sordo en la Revolución de 1934
Casa donde ocurrió el incidente que en 1934 le costó un balazo en el vientre a Francisca Fernández por defender a su yerno sordo de los soldados.
La mujer que recibió un balazo por ayudar a su yerno sordo en la Revolución de 1934
Manuel Fernández Villatoro muestra la casa donde ocurrió el incidente que en 1934 le costó un balazo en el vientre a su bisabuela por defender a su yerno sordo de los soldados.
La mujer que recibió un balazo por ayudar a su yerno sordo en la Revolución de 1934
Manuel Fernández Villatoro muestra la casa donde ocurrió el incidente que en 1934 le costó un balazo en el vientre a su bisabuela por defender a su yerno sordo de los soldados.
La mujer que recibió un balazo por ayudar a su yerno sordo en la Revolución de 1934
Manuel Fernández Villatoro muestra la casa donde ocurrió el incidente que en 1934 le costó un balazo en el vientre a su bisabuela por defender a su yerno sordo de los soldados.
La mujer que recibió un balazo por ayudar a su yerno sordo en la Revolución de 1934
Manuel Fernández Villatoro muestra la casa donde ocurrió el incidente que en 1934 le costó un balazo en el vientre a su bisabuela por defender a su yerno sordo de los soldados.
La mujer que recibió un balazo por ayudar a su yerno sordo en la Revolución de 1934
Manuel Fernández Villatoro muestra la casa donde ocurrió el incidente que en 1934 le costó un balazo en el vientre a su bisabuela por defender a su yerno sordo de los soldados.
La mujer que recibió un balazo por ayudar a su yerno sordo en la Revolución de 1934
La casa donde ocurrió el incidente que en 1934 le costó un balazo en el vientre a Francisca Fernández por defender a su yerno sordo de los soldados.
La mujer que recibió un balazo por ayudar a su yerno sordo en la Revolución de 1934
Manuel Fernández Villatoro muestra la casa donde ocurrió el incidente que en 1934 le costó un balazo en el vientre a su bisabuela por defender a su yerno sordo de los soldados.
La mujer que recibió un balazo por ayudar a su yerno sordo en la Revolución de 1934
Francisca Fernández, en un fotografía anterior al incidente que casi le cuesta la vida.