FERIA DE LA CASTAÑA
Biocastanea reunirá a 40 expositores en Carracedelo y alerta de la tala de castaños milenarios por las madereras
La Mesa del Castaño confía en rozar los ocho millones de kilos recogidos esta campaña al iniciarse la recuperación de la plaga de la avispilla y el hongo
Cuarenta expositores de empresas relacionadas con la comercialización de la castaña y el cuidado del árbol, una edición dedicada a Chile, país emergente en el cultivo, unas previsiones de recogida del fruto que rondarán los ocho millones de kilos esta campaña, la primera en la que se empiezan a notar los efectos de la lucha contra la avispilla y los hongos, y una alerta: la industria maderera, espoleada por la demanda, está talando castaños más que centenarios que no debería acabar en las puertas de un chalet, o en el salpicadero de un coche. Son las claves con las que la próxima semana, entre el 14 y el 17 de noviembre, se celebrará en Ponferrada, Carracedelo y Corullón la decimoquinta edición de la feria y las jornadas de Biocastanea.
Presentada este jueves en la sede de la asociación Alimentos de Calidad del Bierzo por los alcaldes de Carracedelo y Corullón, Raúl Valcarce y Luis Alberto Arias, por el concejal de Ponferrada Carlos Fernández y por el técnico Pablo Linares en representación de la Mesa del Castaño que la organiza, Biocastanea volverá a recalar en el campus de Ponferrada en unas Jornadas Internacionales Técnico-Científicas que comenzará con la experiencia de Chile como nuevo país productor y abordarán técnicas de plantación y protección del árbol, la lucha contra el chancro, que sigue activa, contra la tinta y los hongos fitopatógenos, y más recientemente contra la plaga de avispilla con la suelta del parásito Torymus sinensis. No faltarán en las jornadas sesiones dedicadas al uso de castaños, árbol resiliente que han superado más de un incendio forestal, para afrontar el cambio climático, las ayudas de la Junta de Castilla y León para la plantación, y la vinculación del castaño con el oso o con el patrimonio cultural.
Pero desde los organizadores -los tres ayuntamientos, en especial el de Carracedelo, financian y colaboran con Biocastanea- alertaron este jueves de una amenaza que no está en la naturaleza, sino en la economía: la industria maderera que no se conforma con el castaño bravo. "Quiero hacer un llamamiento a la cordura", pidió el alcalde de Corullón para advertir de "lo que se hace con árboles milenarios por parte de gente desarraigada que solo quiere vender los castaños verrugosos a madereras para que acaben en el salpicadero de un coche", se quejó Luis Alberto Arias. Un árbol "noble", "mágico", "el que mejor representa al Bierzo ahora", según lo definió Raúl Valcarce, "no merece ese final", se lamentó de nuevo Arias, que otro año más aporta el soto didáctico Casta-lab de Corullón para las demostraciones técnicas del sábado 16; entre las que destacan la poda en altura, la maquinaria de recogida y de pelado y la lucha contra las enfermedades que causan la podredumbre del árbol.
El recinto Ferial de Carracedelo volverá a reunir a empresas comercializadoras y transformadoras, a empresas de servicios, degustación, maquinaria y de producción de planta del viernes 15 al domingo 17. No faltarán actividades infantiles, talleres, concursos y música tradicional en el Biocastanea Folk Festival que incluirá a Los Ciclones de Becerril y al grupo Abelladeira y un magosto solidario el sábado 16 por la tarde cuya recaudación irán destinada a Proyecto Hombre en el Bierzo.
La feria llega en un año en que comienzan a notarse, salvo en zonas de Vega de Valcarce, los efectos de la lucha contra la avispilla y los hongos en las 18.000 hectáreas de castaños del Bierzo. Por eso la recolección, estimó Pablo Linares, rondará los ocho millones de kilos.
La "atomización" de un sector que debe caminar a una mayor concentración y profesionalización, es otro de los problemas que arrastra el mundo de la castaña en el Bierzo.