La protección no resuelve la incertidumbre de su futuro ante el estado de deterioro
El patrimonio minero de La Recuelga ya es BIC, ¿ahora qué?
El propietario, el mismo que promueve la planta fotovoltaica que ya tiene autorización previa, debe evitar su pérdida y las entidades locales también son responsables
La declaración de Bien de Interés Cultural del conjunto industrial minero de La Recuelga (Santa Cruz del Sil) pone fin a años de reivindicaciones para tratar de garantizar su protección, desde que en los primeros días de 2022 se hizo pública la intención de la empresa Genelec Invest S.A. de construir una planta fotovoltaica en los mismos terrenos y derribar los edificios existentes, incluidos los dos lavaderos que la Junta de Castilla y León acaba de blindar dentro de un Conjunto Etnológico que incluye lo que queda de la vieja línea de baldes. La Recuelga ya es BIC, pero eso no resuelve la incertidumbre sobre su futuro, sobre todo teniendo en cuenta el avanzado estado de deterioro de las instalaciones, incluidas en la Lista Roja del patrimonio.
Garantizar que sigan en pie es ahora una obligación tanto de los propietarios (los mismos que promueven la planta solar que tiene autorización de Industria y sigue adelante) como de las entidades locales que, a partir de ahora, tienen acceso a ayudas específicas y beneficios fiscales.
«La normativa de Patrimonio Cultural establece que son los propietarios y demás titulares de derechos los obligados a conservarlos, custodiarlos y protegerlos para evitar su pérdida o deterioro. Las entidades locales también son responsables de proteger los bienes que se ubiquen en su ámbito territorial y con el fin de facilitar el cumplimiento de este deber, la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte viene convocando subvenciones y desarrollando programas de concertación con titulares y gestores», explicaron fuentes de la misma.
Haber alcanzado el estatus de BIC no es más que el primer paso para la puesta en valor del legado minero de La Recuelga. De nada sirve tal reconocimiento si el contexto sigue siendo de inacción, más cuando todo parece apuntar a que el terreno industrial que rodea los lavaderos acabará sembrado de placas solares. A este respecto, lo único que dice la Consejería de Cultura y Turismo es que «en efecto, esta instalación ya cuenta con una autorización administrativa previa y sigue su tramitación en los órganos correspondientes». También aclara, eso sí, que «cualquier intervención que se quiera acometer debe contar con la autorización de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural».
La herida abierta en la cubierta de la estación de recepción del teleférico del lavadero y cargue de Victoriano González ha seguido ganando perímetro en los últimos meses y a duras penas resistirá el ataque de un nuevo invierno. Su situación es crítica aunque ahora goce de protección oficial. «Han de ser las administraciones públicas y los agentes locales los que se ocupen de conseguir que este legado pase cuanto antes a titularidad pública, haciendo frente al avance de su deterioro y dando pasos para su puesta en valor», ha reclamado el Club Xeitu, uno de los defensores de La Recuelga.