Diario de León

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Endesa cumple 80 años

La compañía eléctrica se constituyó el 18 de noviembre de 1944

Vista de la construcción de Compostilla I, la primera térmica de Endesa en Ponferrada.

Vista de la construcción de Compostilla I, la primera térmica de Endesa en Ponferrada.DL

Ponferrada

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Endesa cumple hoy 80 años años. El 18 de noviembre de 1944, el entonces Instituto Nacional de Industria (INI) constituyó una sociedad llamada «Empresa Nacional de Electricidad, S.A.» (Endesa) para resolver los graves problemas de restricción eléctrica que sufría España en la década de 1940. El INI decidió solventar así los desequilibrios entre producción y consumo incrementando la generación eléctrica de origen térmico para reducir la dependencia de la hidroelectricidad, que hasta entonces era la gran fuente de producción en España.

Con este objetivo, el INI diseñó un plan de actuación que proyectaba construir una importante central térmica en Ponferrada, que quemaría menudos de antracita de las cuencas del Sil, Fabero y Tremor. El Bierzo inició así una época de prosperidad con el carbón y la luz como protagonistas de su desarrollo económico. Un año después, en 1945, Endesa arrancó la construcción de la central térmica de Compostilla, en Cubillos del Sil, con 50 MW de potencia -con dos grupos de 25 MW-, cuyos trabajos se alargaron cuatro años hasta que el 28 de julio de 1949 se puso en marcha el primer grupo de la central y se conectó, a través de una línea de 220 KV, con la Subestación de La Mudarra, en Valladolid.

Pero la producción de origen térmico no era suficiente para satisfacer una creciente demanda energética, por lo que Endesa decidió afrontar dos nuevas líneas de actuación: la construcción de saltos hidráulicos en el Bierzo también y la instalación de centrales móviles.

Los primeros pasos de Endesa en generación hidroeléctrica se centraron en una regulación del río Sil. De este modo, construyó su primera central hidroeléctrica, en la Fuente de Azufre (1950), que jugó un papel fundamental en la refrigeración de la térmica de Compostilla. Por otro lado, dada la inexistencia, en la década de 1940, de una red de transporte y distribución sólida en la península que permitiera suministrar energía eléctrica en puntos concretos del país, Endesa decidió instalar centrales de generación móviles que permitieran aportar suministro eléctrico en diversas localizaciones del territorio. En esta línea de actuación Endesa utilizó, además, una central térmica flotante, la fragata «Nuestra Señora de la Luz» (1954).

El INI, en esa década, siguiendo con su política que permitiera resolver la falta de energía eléctrica, constituyó en 1946, la Empresa Nacional Hidroeléctrica del Ribagorzana, S.A. (Enher) con el objetivo de realizar un aprovechamiento integral del río Noguera Ribagorzana.

Son años de gran desarrollo industrial en zonas como el Bierzo, que dan paso, en los años 50, a la consolidación de Endesa. A partir de la década de 1950, el sistema de transporte y distribución de electricidad se reforzó estableciéndose la interconexión de la zona Noroeste con el centro del país a través del Parque de Alta Tensión de Compostilla. En este periodo, Endesa instaló tres centrales hidroeléctricas en el río Sil complementando, así, la de Fuente de Azufre: la central de Bárcena (1959) utilizada para refrigerar la térmica de Compostilla II, la hidroeléctrica de Querueño (1961) y Cornatel (1964).

Con el mismo objetivo, y con la intención de incrementar la potencia instalada en el parque de generación termoeléctrica, Endesa puso en marcha la ventral térmica de Huelva (1954) y Compostilla II (1961). Con los años 70, llegó la consolidación de Endesa, en un periodo de expansión que llegará hasta la siguiente década. Endesa incrementó sustancialmente su dimensión empresarial fusionándose con sociedades productoras y distribuidoras de electricidad, adquiriendo activos eléctricos de otras compañías y reforzando su parque de generación con importantes centrales termoeléctricas.

El 22 de marzo de 1971, la Junta General Extraordinaria de la eléctrica aprobó la fusión por absorción de la Sociedad Hidroeléctrica de Galicia (Hidrogalicia) incorporando a sus activos tres centrales hidroeléctricas en el Alto Sil (el tramo anterior al que Endesa ya explotaba): la CH Santa Marina, la CH Peñadrada y la CH Ondinas. Y el 4 de febrero de 1972, el Consejo de ministros aprobó un plan de reestructuración de la Empresa Nacional Calvo Sotelo y aprobó el traspaso de sus activos minero–eléctricos a Endesa. Quedaron en su cartera, de este modo, los complejos mineros de Andorra de Teruel y de Puentes de García Rodríguez (As Pontes), en La Coruña, por lo que Endesa se inició en trabajos de minería. Con la adquisición de estos importantes complejos mineros, la eléctrica proyectó la construcción de dos centrales térmicas a boca de mina: As Pontes (1976), que llegó a ser la mayor térmica de España con 1.400 MW, y Andorra (1979) con 1.050 MW.

La primera crisis del petróleo, en 1973, produjo un encarecimiento del precio de los combustibles y la reducción del incremento de la demanda energética (el incremento de la demanda de electricidad se redujo un 50% en este periodo), influyendo muy negativamente en las sociedades energéticas. La segunda crisis del petróleo (1979) agravó la situación, pero lo cierto es que no afectó a todas las empresas eléctricas de igual manera. Endesa, gracias a su importante parque de generación de centrales térmicas alimentadas por carbón y las no inversiones en energía nuclear, situaron a la compañía en una buena posición en el sector eléctrico español, hasta el punto de que en los inicios de la década de 1980 en la primera sociedad productora de energía eléctrica de España.

Fue en este contexto en el que Endesa decidió ampliar la central térmica de Compostilla II, con dos nuevos grupos, e instalar la central térmica de carbón Litoral de Almería, en Carboneras. A partir de la década de 1980 Endesa contaba con una magnífica situación financiera, lo que le permitió reordenar su grupo empresarial y adquirir las participaciones del INI sobre empresas eléctricas como Enher, Gesa o Unelco.

Del mismo modo, en este periodo, Endesa entró como pieza fundamental en el accionariado de Fecsa. La compañía heredera de la Barcelona Traction y la SEE, un claro referente en el mercado energético del noreste de la península ibérica. Asimismo, es en este momento en el que Endesa encaminó sus actuaciones al respeto medioambiental, con actuaciones como el lavado de carbón (con el que se conseguía reducir el contenido de azufre), la depuración de las aguas residuales de los vertidos de las minas, nuevas técnicas de combustión térmica o el impulso a las energías alternativas. En este sentido, Endesa ponía en servicio, el año 1987, dos parques eólicos en La Muela (Zaragoza) y en Estaca de Bares (Galicia) y ponía en servicio dos centrales hidroeléctricas: La Remolina (1990) y Rioscuro (1992). A finales de la década de 1990 y con la Sociedad totalmente privatizada desde 1998, Endesa decidió optar en 1999 por la fusión por absorción de sus sociedades filiales participadas: Fecsa, ERZ, Sevillana, Gesa, Unelco y Viesgo y, de este modo, resultar el referente energético español. "Endesa nació desde el impulso público para ayudar a reconstruir y desarrollar un país. Nunca nos conformamos con poner una central o dos, nuestros directivos siempre han pujado por engrandecer a la compañía entrando en nuevos segmentos de negocio, en nuevas zonas de España primero y del mundo después, en constante compromiso con las personas y los ecosistemas con los que nos relacionamos. Hoy ya como compañía privada, seguimos innovando y comprometidos con el crecimiento del país». Así repasó recientemente en un programa de radio estas ocho décadas el consejero delegado de Endesa, José Bogas. «Desde nuestro origen en Ponferrada hace ocho décadas, hemos construido una compañía que tiene la confianza de más de 12 millones de clientes”, añadió.

El papel de Endesa en la transformación del sector energético en España ha sido, en su opinión, relevante y diferenciado de otras empresas en estos 80 años de vida. «Primero, en la creación de una enorme riqueza en torno al carbón en zonas rurales necesitadas de palancas desarrollo. Y, ahora, con esa tecnología ya amortizada, seguiremos creando riqueza, empleo y bienestar en esas mismas zonas con nuestra estrategia de transición energética justa basada en energías renovables».

Para José Bogas, los retos hacia una energía más sostenible pasan por una « una transición energética pragmática. «Habrá espacio para otros vectores energéticos, pero la electricidad ha sido, es y seguirá siendo el vector más competitivo y liderará el futuro de la energía en el mundo. Y, en segundo lugar, a la altura de 2024 en que nos encontramos es clave que el desarrollo del sector permita a las empresas obtener rentabilidad al tiempo que los clientes obtienen calidad de suministro y precio competitivo», añadió Bogas. El pasado mes de julio, la Fundación Endesa inauguró un espacio expositivo permanente en La Térmica Cultural, donde, bajo el título «Memorias entre energía. Las centrales térmica Compostilla I y II», se repasa la trascendencia que la compañía ha tenido en el Bierzo. El material utilizado para la elaboración de la muestra procede del Fondo Histórico de Endesa, gestionado por su Fundación y creado con el objetivo de contribuir a recuperar, conservar y poner en valor el legado cultural de la compañía que es, a su vez, parte de la herencia de la historia de la electricidad en España.

La exposición, que se puede ver de manera gratuita en este nuevo espacio cultural de Ponferrada, repasa la evolución de la producción de energía térmica con carbón en el territorio, a través de la vida de las centrales de Compostilla I y II. En formato audiovisual, se muestra también los hitos históricos de relevancia, desde la construcción de la primera central, sus etapas de producción, hasta su posterior clausura y, en el caso de Compostilla I, su reapertura como centro cultural.

Exposición de Endesa en la Térmica Cultural.

Exposición de Endesa en la Térmica Cultural.L. DE LA MATA

Testimonios de extrabajadores y directivos de Endesa y una visita virtual con un tour virtual 360º a la central térmica de Compostilla II en una pantalla ultra-panorámica táctil completan el espacio Endesa. Esta exposición forma parte de un estrecho marco de colaboración entre la Fundación Endesa y la Fundación Ciudad de la Energía que se ha desarrollado en tres ámbitos diferenciados: la cesión el año pasado de material digital para la realización de una experiencia inmersiva; la cesión, también en 2023, de 20 elementos de patrimonio tecnológico procedentes de Compostilla II y esta exposición permanente. A la inauguración asistió el director territorial de Endesa-Noroeste, Miguel Temboury y responsables de Ciuden.

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