Las empresas de la construcción en el Bierzo se «rifan» a los buenos escayolistas, que pueden llegar a ganar hasta 1.800 euros al mes
El futuro está en la escayola
Pedro G. A., un joven de veintitantos años, no tiene ni idea de informática. No ha pisado la universidad y su c
En estos momentos escayolistas buenos hay muy pocos y las empresas se los rifan. La Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado de Castilla y León no tiene problemas para cubrir las plazas cuando convoca un curso de informática destinado a desempleados apuntados en las oficinas del Inem de la comarca. Decenas de jóvenes se lanzan de cabeza a inscribirse, para incorporarlo a su -ya de por sí- abultado currículum. Sin embargo, no sucede lo mismo cuando el curso es de especialización en albañilería, escayolista, yesista o alicatador. Las plazas no se cubren en su totalidad o se completan a duras penas y, por lo general, nunca figura ninguna mujer entre los inscritos. Y ello a pesar de que casi el 90% de las personas que siguen estas enseñanzas, salen ya con una colocación bajo el brazo, según afirma la responsable de la Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado, María Ramón Gancedo. «Actualmente, no hay una formación adecuada para todas las profesiones que tienen un carácter gremial», manifestó. Hace algunos meses convocaron un curso de escayolista de quince plazas y fue difícil completarlas. «Es muy complicado llenar este tipo de cursos», afirma María Ramón. «Algo que resulta sorprendente -añadió- cuando un buen escayolista, conocido por las empresas y que sepa hacer bien su trabajo, puede ganar perfectamente 300.000 pesetas (1.803 euros) al mes». A pesar de que este tipo de oficios son tradicionalmente masculinos, los cursos están abiertos también a mujeres. Es más, desde la Federación de Cooperativas se las anima inscribirse. «Se empieza a demandar también mano de obra femenina en estas profesiones. Las mujeres cren que nadie las va a contratar para este tipo de puestos, pero no es así. Pueden encontrar trabajo sin ningún problema porque aprender bien el oficio es lo único que se demanda». Los cursos que promueve la Federación de Cooperativas en la comarca, buena parte de ellos en el centro de formación que tienen en el polígono industrial de Camponaraya, tienen un bien ganado prestigio. En uno de albañilería de 800 horas de duración los inscritos conocen todos los secretos de esta profesión -también muy demandada-, especializándose en las labores propias de los oficiales de primera y los encofradores.