Un vecino de Camponaraya dona 300.000 para construir un geriátrico

La condición impuesta por el anónimo benefactor obliga al ejecutivo municipal que dirige el socialista Antonio Canedo a colocar ahora el balón en el alero de la Junta de Castilla y León. El alcalde lleva ya algún tiempo llamando a la puerta de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social para lograr la promesa de completar la financiación de la residencia de ancianos, pero no ha obtenido fruto alguno. Así las cosas, entre los gobernantes ha comenzado a despuntar la zozobra ante la imagen de ver volar los 300.000 euros -unos 50 millones de pesetas- prometidos por el generoso donante. Éste, incluso ha presentado ya un boceto de lo que podría ser el proyecto de la residencia, en el que se contempla la edificación de un moderno complejo con una capacidad de ochenta plazas. Con todas estas cartas sobre la mesa, el alcalde de Camponaraya, Antonio Canedo, también ha realizado ya las gestiones oportunas para disponer de una ubicación lo más idónea posible en el supuesto de que la Junta de Castilla y León atienda de una vez por todas sus llamadas de auxilio y acepte completar el presupuesto final, que lógicamente irá mucho más allá de los 300.000 euros. La futura residencia se podría emplazar en la zona conocida por los lugareños como Las Campas. Incluso se han localizado unos terrenos con una superficie aproximada de 20.000 metros cuadrados, en los que no existiría problema alguno de propiedad puesto que son de titularidad municipal y en sus aledaños se pretende llevar a cabo en estos momentos la ampliación de las instalaciones deportivas. Si en la reunión que en breve se espera que convoque el gerente de Servicios Sociales de la Junta, José María Hernández, hay fumata blanca, la donación puede ser un hecho. De lo contrario, hasta a cualquier filántropo se le puede terminar agotando antes la paciencia que el dinero.