ESCAÑO CERO Julia Navarro
La culpa es de la «comunicación»
Cree la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, que una inmensa mayoría de ciudadanos están en contra de la guerra contra Irak porque no hemos entendido al Gobierno, que el Gobierno no se explica bien. Se equivoca Ana Palacio, como se suelen equivocar los gobernantes cuando a la pregunta de por qué están perdiendo el favor de los ciudadanos se responden que la culpa es de la «comunicación». Esta equivocación, en realidad es una trampa que los políticos se hacen a sí mismos para no reconocer lo evidente, es decir que están haciendo una política que resulta evidente que no está siendo compartida por una mayoría de los ciudadanos. En este error suelen caer los políticos y los gobiernos de todos los colores, en cuanto tienen problemas con los ciudadanos porque les cuesta admitir la verdad, que no es otra que los ciudadanos rechazan lo que les están «comunicando» en determinados momentos. Ya puede el gobierno de José María Aznar poner en marcha los más sofisticados métodos de comunicación política, contratar a expertos en imagen, hacer el pino, que los ciudadanos continuarán rechazando la guerra. Es el mensaje lo que rechazan, es esa política concreta la que rechazan, no cómo se la «venden». No es cierto que los ciudadanos españoles y los del resto del mundo, no entiendan las razones de esta guerra; en realidad lo que ocurre es que las entienden a la perfección y por eso las han rechazan, las rechazamos, en la calle. La razón para hacer la guerra a Irak no es otra que económica, no es otra que el plan de Estados Unidos de quedarse con el petróleo iraquí, y dejar claro ante el mundo que es la potencia hegemónica que hace y deshace a su antojo. Y esa razón es precisamente la que los ciudadanos de todo el mundo han rechazado a través de las manifestaciones multitudinarias del pasado sábado día quince de febrero. Ana Palacio no debería de preocuparse por la «comunicación», porque el Gobierno del que forma parte se explica estupendamente. Y ella misma, con más o menos brillantez, más bien con menos, se explicó claramente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El problema, como ya dije, es que lo que explican provoca el rechazo casi unánime de la opinión pública. En todo caso los populares se consuelan estos días achacando también a problemas de «comunicación» su soledad social y política. Así que más vale que nos pongamos en lo peor y que estemos preparados para la operación de propaganda de sus tesis belicistas.