La voz de las víctimas

Ante un nutrido auditorio que ocupaba al completo el salón de actos de la Casa de la Cultura de Fabero, Dulce Chacón, autora de la voz dormida, y cuatro mujeres de la zona que vivieron en sus carnes los horrores de la Guerra Civil recordaron su experiencia tras la contienda Antonia, Chelo, Isabel y Jesusa «la riza» sufrieron la represión y la cárcel por intentar estar cerca de sus padres y hermanos. Tras una intervención muy documentada de Dulce Chacón, que expuso las historias más ilustrativas de su obra La voz dormida, Antonia, que perdió dos hermanos a consecuencia de la guerra, expuso con gran vehemencia y emoción los avatares que padecieron ella y su madre a consecuencia de que sus hermanos Luis y Ubaldo defendieran el bando republicano en defensa del poder constitucional de la República contra los fascistas. También Chelo, nacida en Villaseca y la mayor de seis hermanas, con edades comprendidas entre doce y tres años, narró las represalias de las que fue objeto por parte de los vencedores de la guerra, que intentaban conocer el paradero de su padre Casimiro al que no volvieron a ver tras haberse rendido el frente de Asturias. Chelo sufrió por ello tres años y medio de cárcel, además de una continua vigilancia para conocer el paradero de su padre. Isabel expuso también sus avatares y su peregrinar hacia el exilio a causa de la guerra. Finalmente, Jesusa, que estuvo en el frente de Asturias junto a su hermano Ramiro, recordó su experiencia en la guerra y su amarga vivencia tras la rendición del frente de Asturias, ya que al día siguiente de llegar a Fabero, la guardia civil falangista y la Guardia Mora roderaron su casa llevándose a su hermano Ramiro al que nunca volvió a ver. A ella la llevaron al penal de San Marcos, donde fue condenada a 20 años de cárcel. Por otro lado, Dulce Chacón recordó su visita al Sahara, en enero, donde pudo entrevistarse con Aicha. La escritora tiene pocas esperanzas en que la niña de vega de Espinareda vuelva al Bierzo.