El fiscal considera en su alegado que el acusado «es consciente y responsable de sus actos»

Aunque los peritos concluyeron que desde el punto de vista psiquiátrico, el acusado no sufría ninguna enfermedad o adicción, en el transcurso del juicio celebrado a puerta cerrada en la Audiencia de Pontevedra se reconoció, al parecer, que sí se le diagnosticó un trastorno puntual en la manera de comportarse, pero que no le afecta a su voluntad o al intelecto: «Es consciente y responsable de sus actos», concluyó el fiscal encargado del caso. Sadismo, según la acusación Por su parte, la acusación particular sostuvo la existencia de una serie de agravantes derivados de que Rodríguez García «actuó de un modo sádico, humillante, vejatorio, ejerciendo desproporcionada violencia y con ensañamiento». Solicitó 12 años de prisión por un delito de lesiones y 15 años por agresión sexual. El fiscal, que rechazó la existencia de agravantes, mantuvo su petición de un año y medio, y nueve años, respectivamente por ambos delitos. En cuanto a la posibilidad de reclamar indemnizaciones, la acusación particular lo dejó claro: «El procesado es pobre de solemnidad».