Un manitas de las miniaturas

A sus 35 años, Óscar Tahoces, se han convertido en un maestro en el arte de la miniatura y los ocho premios que ha recibido tres de sus maquetas en el certamen coruñés son la mejor prueba de ello. Una construcción titulada «Una historia triste», que representa la ruina de la guerra en una ciudad francesa que está siendo liberada por las tropas americanas durante la Segunda Guerra Mundial, ha sido la más apreciada por el público, que le ha otorgado el primero premio por votación popular. El conjunto, elaborado hasta el más mínimo detalle por su autor, ha gustado tanto en La Coruña que también se ha hecho merecedor del premio Verlinden a la mejor miniatura, el premio que conceden los participantes internacionales y el del jurado del propio certamen, que le ha concedido la medalla de oro en la categoría de dioramas de temática militar. Otras construcciones de Tahoces también han sido premiadas en el certamen. Es el caso de una nave del serial cinematográfico de La Guerra de las Galaxias, que ha obtenido la medalla de oro en la categoría S1 de vehículos de ciencia ficción, de una maqueta sobre Frankestein, que de nuevo ha ganado el premio del público en la categoría de ciencia ficción y la medalla de bronce del jurado en la categoría S3 de ciencia ficción. «Es el tercer año que me premian con alguna medalla de oro, aunque valoró sobre todo el premio Verlinden, que es el rey de las maquetas, y los premios que concede el público», explicaba ayer Tahoces. El autor tiene su taller en la localidad de Cabañas Raras, donde dedica sus ratos libres a imaginar y recrear situaciones aprovechando los elementos que fabrican las empresas especializadas en el montaje de miniaturas. «El modelismo es mi hobby desde hace varios años», asegura, quizá pensando ya en las construcciones que presentará el próximo año en un certamen que le ha consagrado como uno de los más hábiles creadores de maquetas del país.