Impugnados los recursos de las dos partes, que reclamaban la absolución y la ampliación de las penas
La Fiscalía del Supremo respalda la condena por acoso sexual a Nevenka
La Fiscalía del Tribunal Supremo ha solicitado que se confirme en todos sus extremos la sentencia condenatoria que en mayo de 2002 impuso el Tri
Según informaron a Europa Press en fuentes jurídicas, la Fiscalía del alto tribunal ha impugnado el contenido de los recursos de las dos partes, lo que supone que se muestra partidario de mantener la multa de 6.480 euros y la indemnización de 12.000 euros que la Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL impuso el pasado año al que fuera alcalde de Ponferrada como autor de un delito de acoso sexual, recogido en el artículo 184, 1 y 2 del Código Penal, amén de absolverle del delito de lesiones del que había sido acusado por el letrado de Nevenka Fernández y que, de haberse estimado, hubiera supuesto la inhabilitación del condenado. Además, el fiscal Fernando Sequeros ha solicitado a la Sala II del Tribunal Supremo que resuelva los recursos sin necesidad de celebrar una vista con presencia de las partes, contrariamente a lo interesado por el letrado de Álvarez, por lo que ahora será el magistrado ponente el que tenga la última palabra. Tras conocer la postura de la Fiscalía, el letrado de la acusación particular, Adolfo Barreda, la calificó de «lógica», teniendo en cuenta cuál había sido también la postura de la acusación pública durante el juicio, y expresó una cierta «satisfacción» al comprobar que, pese a no estimarse la pretensión de que Álvarez sea también condenado por lesiones, al menos se decanta por que se confirme la condena impuesta en su día. «No obstante, hay que ser todavía muy cautos porque ahora habrá que esperar a ver qué dice el magistrado ponente», dijo el letrado. La vista oral se inició el 29 de abril de 2002 con el interrogatorio de Ismael Álvarez, que negó todas las acusaciones y llegó a decir que analizando minuciosamente la relación sentimental que mantuvo con la ex concejala, ésta habría sido la «acosadora», al tiempo que atribuyó la querella a un «despecho o venganza de la joven, o celos».