Las ferias de la Cruz de Mayo y la del Vino atrajeron a unos 30.000 visitantes a la villa del Cúa
Marea humana en Cacabelos
CACABELOS. M.C. Canedo
Corresponsal de Diario de León Una auténtica marea humana tomó ayer la antigua carretera Nacional VI a su paso por Cacabelos para asistir a una de las ferias más tradicionales de la localidad. Del orden de 30.000 bercianos y habitantes de provincias limítrofes acudieron, un año más, a esta ineludible cita con la tradicional feria de la Cruz de Mayo. A lo largo de toda la jornada, más de 500 puestos se repartieron a lo largo de la gran avenida ofertando a los visitantes todo tipo de artilugios, a todos los precios. Desde productos agroalimentarios, ropa, juguetes, piezas de artesanía, cerámicas, flores o muebles pasando por ropa para el hogar, chucherías o bisutería compusieron la variopinta oferta que se presentaba a los visitantes. No faltaron tampoco los populares puestos de las pulperas y el churrasco, dónde muchas personas optaron por descansar mientras se tomaban un vino y se comían una tapa. A pesar de las continuas advertencias, también se registraron ayer alguno que otro robo de carteras a pesar del amplio despliegue de efectivos de la Guardia Civil y la Policía Municipal. También caballos En el recinto ferial de Cacabelos también permanecieron expuestos ayer algo más de mil caballos para su compra-venta, como preámbulo a la feria de caballos de silla que se celebrará este fin de semana y que también coincidirá con la Feria del Vino en la plaza Mayor. Cien jinetes participarán en el evento cuyos principales atractivos son una carrera y una gymkana.