El Bierzo surte al banco de tejidos con el 40% de materiales de la provincia

El banco de tejidos de la Clínica San Francisco obtuvo el pasado año ocho corneas -dos del Hospital y otras seis del Centro de la Reina Católica-, 31 homoinjertos óseos y seis osteotendinosos. Asimismo, el banco de tejidos reenvió para su implante a la comarca cuatro piezas en total: tres homoinjerros óseos y uno de carácter oseotendinoso. Desde la Clínica San Francisco se afirma que con ambos centros hospitalarios la relación es óptima, puesto que siempre que se da el caso de la existencia de donantes, los cirujanos se ponen en contacto con el Banco. No obstante, la evolución y el futuro del banco de tejidos dista mucho de ser positivo. La ley establece de manera clara que las extracciones y los implantes han de realizarse en lugares autorizados y por cirujanos y los únicos hospitales que están autorizados a realizar los implantes son Valladolid, Salamanca y Burgos. Sin embargo, la preservación y el mantenimiento son responsabilidad de los bancos de tejidos, y el único que tiene capacidad para desarrollar esta función en Castilla y León es de la Clínica San Francisco. Es aquí donde se produce la incongruencia del Sacyl. Alguno de estos centros hospitalarios no envían al banco de tejidos el material, realizando una función de preservación para la que no tienen autorización. Homoinjertos En el caso de los homoinjertos óseos y osteotendinosos, el único problema que se plantea es de índole legal, puesto que estos materiales pueden ser almacenados durante varios meses e incluso años sin que se produzca deterioro alguno. Sin embargo, si se habla de córneas, el problema es bien distinto. Estos tejidos tienen que ser preservados a una temperatura de cuatro grados centígrados y su mantenimiento óptimo no se prolonga más allá de los siete días. En el momento que el banco de tejidos de la Clínica recibe una córnea se pone en contacto con los hospitales de toda España con el fin de hallar lo más rapidamente posible un posible receptor. De esta manera se consigue que todas las córneas o globos oculares completos sean implantados. En este sentido, desde la Clínica se asegura que ninguno de estos materiales ha tenido que ser deshechado, sino que siempre se ha logrado su implantación. Sin embargo, en los hospitales de Castilla y León se tuvieron que deshechar el año pasado no menos de quince corneas debido a la incapacidad para encontrar un receptor. Esto no ocurre con el banco de tejidos por el simple hecho de que San Francisco no se limita a buscarlos en la comunidad, sino en toda España.