Un alcalde para la historia

La llegada del tren, de la carretera Madrid-Coruña, el primer instituto de enseñanza, el mantenimiento del Hospital de la Reina. Buena parte de los hitos que marcaron el desarrollo de Ponferrada durante el siglo XIX tienen un nombre común; el de que fue alcalde de la ciudad en cinco ocasiones, Isidro Rueda. Cien años después de su muerte, uno de los personajes más importantes de la historia contemporánea de la capital berciana sigue siendo un desconocido para sus paisanos, que a lo sumo asocian su nombre con el de una calle de la ciudad. Un libro y una exposición en el Museo del Bierzo pueden ahora remediarlo. Testigo de una época convulsa, intelectual y hombre comprometido con la política municipal, la figura de Isidro Rueda ha merecido la atención de los profesores del instituto Gil y Carrasco -el mismo que contribuyó a abrir en 1864-, Vicente Fernández Vázquez y Miguel José García González. Isidro Rueda. Protagonista del siglo XIX , presentado ayer en el Museo del Bierzo junto con la exposición de objetos y documentos de su época, se centra en la vida pública y en la talla humana de un liberal-cristiano que se destacó tanto por sus obras como por su talante. «Isidro Rueda sienta las bases del desarrollo actual de Ponferrada, pero su humanidad y su carácter es casi más importante que lo que hizo», aseguraba Miguel José García. Rueda fue por primera vez alcalde de Ponferrada en 1848, siendo todavía un veintenañero y de forma accidental debido a la enfermedad del regidor electo. Hasta 1890 ocupó la Alcaldía en otras cuatro ocasiones -entonces los mandatos eran de dos años- y se convirtió, cuentan sus biógrafos, en una figura de referencia en la política local. «Era un moderador en tiempos de crisis, un progresista que estuvo pendiente de los menos favorecidos», explicaba García. Rueda murió un 14 de mayo de 1903 y su legado todavía es visible. Vicente Fernández insistía en ello minutos antes de presentar la biografía del cinco veces regidor en el patio interior del museo. «Ponferrada no se entiende hoy sin Isidro Rueda. Su realidad se debe en parte a él». Fernández y García sólo lamentan que las fuentes documentales que han consultado para elaborar la biografía de Rueda no les hayan permitido acercarse a la intimidad del personaje. Actas municipales, testimonios personales como los memoriales y el testamento han servido para reflejar los aspectos públicos del alcalde, aunque la imposibilidad de acceder a su correspondencia privada haya cerrado a sus biógrafos el camino hacia su mundo interior. Espejo del alcalde actual La doble presentación del libro y de la exposición sobre Isidro Rueda contó con la asistencia del alcalde, Carlos López Riesco, al que no dejaron de señalarle algunos paralelismos entre la Ponferrada del regidor decimonónico y la actual, a las puertas de la llegada del AVE y con los esfuerzos por atraer industrias alternativas a la minería. «Me gustaría hacerlo tan bien que en un futuro se me comparara mínimamente con Isidro Rueda», reconoció después de admitir también que el de su predecesor en el siglo XIX «es un ejemplo a seguir», porque fue un hombre «tremendamente implicado con Ponferrada» y porque ayuda a que la política se vea como «una actividad honorable».