La Escuela de cine en las ondas

QUE LLEGA don Luis del Olmo el otro viernes y todo orgulloso, como buen paisano de la zona que es, aclama a los cuatro vientos las excelencias de la Escuela de Cine de Ponferrada. Luego entrevista a un alumno y a varios responsables de tan ilustre institución. Como siempre ocurre y más cuando se trata del cine, mucho de lo que se dijo allí sobre este centro d pertenece al terreno de la fábula y la ilusión. Aunque entiendo que la amplia difusión y el innegable prestigio que tiene «Protagonistas» enajenó y apabulló a los responsables de la Escuela y al alumno en cuestión. Por eso se comprende que la modestia reinara por su ausencia y más aún cuando un par de días antes un importante número de alumnos de segundo curso de esta titulación propia de la Universidad de León firmara un documento para advertir que si una serie de aspectos, que consideraban imprescindibles para la buena marcha de sus estudios, no se cumplían, se abstendrían de ingresar el primer plazo de la matrícula del año que viene. Esta información la conocían de antemano quienes acudieron a ensalzar las maravillas docentes, organizativas y de equipamientos para el cine que hay en el Campus y, quizá, porque estos ya sabían de la entrevista del viernes a nivel nacional, pasaron de comprometerse a nada con los alumnos de segundo cuando estos les informaron sobre sus reclamaciones (perdón, los responsables de Estudios y de prácticas sí que anunciaron que harán lo que esté en su mano y a buen seguro que lo cumplirán). Pero que existen problemas, que pueden ser los lógicos y propios hasta cierto punto de una carrera muy jóven, y que lo que se relató a toda España a través de las ondas se encontraba sesgado me parece tan obvio como que el Madrid ha fichado a Beckham. Sirva como ejemplo todos aquellos ciudadanos que han colaborado estóicamente en las prácticas finales de este curso, aportando todo lo que han podido, y que a veces me paran y me cuentan cómo han presenciado y sufrido «cositas» que no les parecen demasiado bien. La verdad es que no creo que nadie actuara de mala fé en el programa, ni entrevistados ni entrevistador, pero que se les fue un poquitín la cabeza. Por desgracia, este centro aún no está a la altura de los mejores de Europa, pero estoy seguro que con sapiencia, inversión, competencia administrativa y empresarial, calidad docente, mucho trabajo por parte de todos y menos ganas por parte de algunos de colgarse medallas, tendremos una gran escuela.