Cruz Roja no recibe desde hace un año ayudas para atención a mayores

Hace un año que no reciben ningún tipo de subvenciones, pero los voluntarios de la Cruz Roja de Ponferrada continúan con su programa de ayuda a domicilio para personas mayores. Veintiséis ancianos de la comarca pueden salir a pasear a la calle, o realizar gestiones administrativas gracias a la ayuda de los voluntarios de la organización. La subvención, proveniente del Ministerio de Asuntos Sociales, no ha llegado a Ponferrada porque es considerada una ciudad con pocas necesidades de ayuda a personas mayores, destinándose el dinero a núcleos con una mayor población de la tercera edad. Por otra parte, la falta de voluntarios, provocada por la ausencia del servicio sustitutorio del servicio militar obligatorio, hace que cada vez haya menos personas para ayudar a los mayores. En Ponferrrada se descendió desde más de cien voluntarios hasta ochenta. En la actualidad, los encargados de este servicio se están sobrecargando de trabajo, hasta el punto de que una sola persona debe cubrir dos turnos de ayuda, en vez de uno solo. Ana, la asistente social y responsable de este servicio en Ponferrada, afirma que lo ideal sería que un voluntario ayudara a una sola persona, pero no ve que en la actualidad pueda ser posible. Por estos problemas, la Cruz Roja de Ponferrada se ha visto obligada a tener que rechazar todas las nuevas solicitudes de ayuda a domicilio, pero sí se continúa apoyando a las personas que están en alta dentro de este servicio. El programa consiste básicamente en ayuda complementaria y compañía durante cuatro horas semanales. Durante este espacio, los voluntarios llevan a sus mayores de paseo al parque, y en el caso de que no puedan, les ayudan en el hogar. También se ocupan de asesorarles en gestiones administrativas, como puede ser la declaración de la renta, o el pago de alquileres, pero siempre dejan que ellos tomen las decisiones. Pero no todo son labores obligatorias. La mayoría de los voluntarios juegan con ellos, se cuentan historias mutuamente, leen libros y practican juegos de mesa. De esta forma se llegan a conocer perfectamente, y en muchos de los casos, surge una amistad. El programa no se ha eliminado en la capital de la provincia, pero se ha tenido que priorizar la entrada al programa, debido a la gran afluencia de solicitudes. De esta forma se aceptará antes a una persona con deficiencias físicas o que viva sola, que a una que goce de perfecta salud y viva en familia.