La s obras de remodelación del camino han consistido en una construcción de 7.800 metros
Los peregrinos reprueban el abuso del hormigón en la Ruta Jacobea berciana
La creación de una senda peatonal en el valle del Valcarce dificulta el paso de ciclistas y jinetes
El Ministerio de Fomento ha levantado un muro de hormigón entre Villafranca y Ambasmestas
Los peregrinos, asociaciones de amigos y vecinos de los alrededores del Valle del Valcarce han rechazado el muro de hormigón que ha levantado el Ministerio de Fomento en el tramo que une Villafranca con Ambasmestas. El proyecto surge con la intención de separar a las personas que realizan el Camino de Santiago del tráfico automovilístico. Aunque la idea inicial no desagradaba a estos colectivos la obra final ha generado su descontento debido a que estos grupos entienden que se está abusando del hormigón en tramos jacobeos, lugares en los que, a su juicio, debe predominar inalterable la tradición histórica. Los afectados afirman que la idea de construir una senda peatonal era buena pero «cuando los proyectos se ejecutan desconociendo la realidad para la que se realizan sucede lo que sucede: todo se cuestiona, todos se cabrean y casi nada sirve a su finalidad», afirma una de las personas que critican esta obra. Las asociaciones exponen que esta senda peatonal constituye un inconveniente para ciclistas y jinetes ya que no pueden circular por la pista peatonal que discurre encajonada por el hormigón ni por la carretera debido a su peligrosidad, especialmente ahora que la han estrechado. Al mismo tiempo estos colectivos añaden que los peregrinos sólo necesitan una senda de tierra que avance de acuerdo con las posibilidades del Valle del Valcarce y no de la carretera. Las obras que se acometieron se basaron en la construcción desde la salida de Villafranca y a lo largo de 7.800 metros de una senda peatonal de dos metros de ancho en el lateral izquierdo de la carretera aprovechando las dimensiones de la calzada. Además, los ingenieros han tenido que desplazar el eje carreteril sobre un metro y medio, según tramo, y han separado la senda peatonal con una barrera de hormigón simple. Estas soluciones han supuesto un ensanchamiento de la plataforma de 50 centímetros para proceder a un relleno parcial de la cuneta, lo que conlleva una modificación de la misma añadida.