Los peligros del turista

En los últimos años se ha producido un incremento en el número de bercianos que viajan a todos los lugares del mundo. Con ello ha aumentado el riesgo de padecer no sólo enfermedades de distribución cosmopolita, como puede ser la tuberculosis, la hepatitis, el sida o diversas enfermedades de transmisión sexual, sino también enfermedades derivadas de los cambios de clima, alimentación y las enfermedades tropicales. Unos 2.000 bercianos ya se han vacunado frente a diversas enfermedades de acuerdo con la situación del país al que viajan. Unas 800 personas han sido susceptibles de algún tipo de quimioprofilaxis o vacunación. Se han realizado más de 200 vacunas contra la fiebre amarilla y más de 400 contra el paludismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del Reglamento Sanitario Internacional, tiene como objetivo prevenir la propagación internacional de las enfermedades. El riesgo de adquirir enfermedades varía dependiendo del país, de la zona que se visita, de la época del año y de la duración y tipo de viaje. Todos los viajeros cuyo destino esté fuera del ámbito de Europa occidental debería pasar por un centro de vacunación internacional un mes antes del viaje. Los viajeros deberán adquirir cierta familiaridad con el sistema de asistencia sanitaria del país de destino y conocer la cobertura de su seguro, cuya información es facilitada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Además aconsejan sobre los posibles riesgos sanitarios y las medidas para evitarlos como nuevos hábitos en comidas y baños y las vacunaciones y quimioprofilaxis recomensables. Los principales riesgos para la salud en un viaje son las múltiples enfermedades que se transmiten por el agua y los alimentos; la fiebre amarilla, que afecta a los países de África y América latina; el paludismo o la malaria, enfermedades de los países tropicales y ciertas alertas sanitarias o situaciones epidemiológicas. Los ancianos y niños necesitan precauciones especiales, como la protección contra el sol y el calor en países tropicales por el riesgo de insolaciones y deshidrataciones. Según los países a los que se viaje hay que poner especial cuidado en la ropa y calzado, que deberán ser de fibras naturales, ligeros. Se aconseja sacudir sábanas y mantas antes de acostarse, al igual que la ropa al ponérsela para evitar el riesgo de un animal oculto. Además siempre es útil llevar un pequeño botiquín. El centro de vacunación internacional recomienda la vacunación contra el tetanos a todos los viajeros y contra la fiebre amarilla a todos aquellos que se trasladen a las zonas infectadas de África y América del Sur. Su validez legal es de 10 años y entra en vigor 10 días después de la vacunación. El cólera, que se transmite por el agua y alimentos contaminados, se encuentra en África, América central y del Sur y en el Sudeste Asiático pero su riesgo es muy bajo y se previene con la higiene. La hepatitis A afecta a África, Asia, América latina, la zona mediterránea y Europa del este. La meningitis meningocócica se localiza en África Subsahariana y en el sudeste asiático (India, Nepal) y Oriente Medio. La vacunación está indicada en viajeros mayores de 2 años que se dirijan a zonas endémicas o hiperendémicas de meningitis A ó C durante la estación seca (diciembre a junio) y que vayan a estar en contacto directo con la población. La vacunación es obligatoria para viajar a Arabia Saudí durante el período de Peregrinación a la Meca. La vacuna frente a la rabia es obligatoria para viajar a África subsahariana, Blangladesh, Bolivia, China, Colombia, Ecuador, Etiopia, Filipinas, Guatemala, India, Méjico, Perú, Sri Lanka, Vietnam o Tailandia. La hepatitis B afecta a África, gran parte de América del Sur, Europa oriental, Mediterráneo oriental, sudeste asiático, China y a algunas islas del Pacífico.