Diario de León

| Reportaje | Estado medioambiental de Ponferrada |

La guardia ante la contaminación

El agua de las piscinas siempre está clorada para mejorar su calidad ante los bañistas

El agua de las piscinas siempre está clorada para mejorar su calidad ante los bañistas

Publicado por
Pedro González Cerezales - ponferrada
Ponferrada

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Ponferrada no es una ciudad excesivamente contaminada, pero siempre surgen problemas medioambientales. «Lo más importante es detectar los errores y luego tomar las medidas adecuadas, porque en cuestiones medioambientales nunca está todo perfecto». Con estas palabras finalizaba la entrevista para este periódico Ana Garnelo, responsable del laboratorio municipal de Ponferrada. Pero, ¿cómo se pueden detectar los niveles de contaminación en el aire y en el agua?. La respuesta es muy sencilla. En la actualidad, casi todo el sistema de análisis atmosférico está automatizado. En Ponferrada existen tres estaciones de toma de muestras, que recogen los niveles de monóxido de azufre, provocado principalmente por las calderas de carbón de los hogares, el monóxido y dióxido de nitrógeno, que junto con el monóxido de carbono forman los contaminantes básicos emitidos por los vehículos, y finalmente el ozono. Es en verano cuando aumenta este contaminante por el calor, de modo que se recomienda a las personas mayores que no paseen mucho por la calle en las horas centrales del día. A veces se soprepasa el umbral de información, como ocurrió hace dos fines de semana. Cuando se llega a ciento ochenta microgramos de ozono por metro cúbico, se debe informar a la población. Una vez que se recogen las muestras de todos estos contaminantes, se envían directamente a la central de la Junta de Castilla y León en Valladolid. Pero para que estos informes tengan validez oficial, la directora del laboratorio municipal debe revisarlos y aprobarlos. De este modo, se pueden tomar las medidas necesarias cuando sea oportuno, o hacer público cuando un contaminante ha pasado el umbral de aviso a la población. Por otra parte, el análisis de aguas es más manual y rudimentario. A diario, dos miembros de la empresa de aguas Ferroser, toman muestras en diferentes puntos de la ciudad, para llevarlas después al laboratorio, donde se les realiza un análisis físico (su dureza, calcio, PH), y otro biológico, consistente en comprobar la cantidad de bacterias que contienen. Dependiendo de los resultados, se añade más o menos cloro limpiar más el agua en la planta potabilizadora cercana a San Clemente de Valdueza y en los depósitos de San Lorenzo. Otro servicio que cumple el laboratorio municipal es el control del agua en las piscinas de la ciudad. Respecto a este tema, Ana Garnelo afirma que prefiere que haya un pequeño exceso de cloro que un defecto. Este es un tema muy polémico, ya que todos los veranos muchos bañistas se indignan ante tanta cloración. «Cuando una piscina está clorada, no se ve ni se huele», aseguró Garnelo, «en el momento en el que los bañistas se echan cremas o se zambullen sudados en la piscina, el cloro entra en reacción creando las cloraminas, que son las sustancias que molestan a la gente. Por este motivo, todas las piscinas suelen hacer una «cloración de choque», que se lleva a cabo cuando no hay bañistas. Este procedimiento consiste en añadir mucho cloro en el agua, que a su vez, elimina las cloraminas. Así, la piscina vuelve a estar limpia para otros baños. El tratamiento se completa con la adicción de funguicidas y algicidas. Buen agua, buen aire En estos últimos tiempos, Ponferrada goza de una buena situación medioambiental, según comentan los responsables del laboratorio. Aunque en verano se crean las conocidas «calimas», nubes de contaminación que no se mueven debido a la quietud del aire, las lluvias de las semanas pasadas las han dispersado completamente. En cuanto al estado del agua, aseguran que la calidad es bastante buena. En los meses estivales se añade al agua del río Oza, principal abastecedor de la ciudad, la de la Mancomunidad. La única diferencia entre una y otra es la temperatura. Sin embargo, la planta depuradora de Villadepalos aún está en construcción, y todavía habrá que esperar para devolver el agua al río tal y como la recibimos en un principio.

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