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Los caballos adquieren una posición en círculo, más cómoda

Publicado por
Rebeca Fernández - ponferrada
Ponferrada

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Un joven berciano de 26 años, Marco Barba Seijo, ha revolucionado el apasionante mundo de los caballos, ya que diseñado un nuevo tipo de bocado que no hace sufrir al caballo y que forma mejor su musculatura. Marco Barba Seijo, licenciado en bellas artes, lleva cuatro años dedicándose profesionalmente a los caballos, desbravando potros, domando caballos, tratando equinos con problemas y haciendo rutas de varios días por la montaña. Durante los largos días de invierno se le puede encontrar por las llanuras bercianas y sobre todo en las viejas minas romanas de las Médulas mientras que en verano se pasea por las montañas del pirineo aragones. Su forma de domar es la natural, donde el lenguaje y la comunicación son los protagonistas, método que Hollywood ha denominado «susurrar a los caballos». Este joven emprendedor, amante del mundo equino, ha diseñado un nuevo bocado que consiste en un hackemore, embocadura que no introduce ningún tipo de hierro en la boca de los caballos sino que actúa sobre la muserola (correa que rodea el morro del caballo). El nuevo modelo de hackemore actúa sobre diferentes puntos de presión que incitan al caballo a bajar la cabeza y meterla hacia sí en vez de levantarla, lo que provoca a su vez que su grupa descienda y que los posteriores flexionados se metan bajo los riñones. Así el caballo se encuentra en una especie de círculo, posición cómoda y en la que trabaja a gusto. Además el nuevo diseño es muy seguro y fuerte en todos los movimientos hasta incluso en la detención de un caballo en plena carrera. Gracias a esta nueva invención, el caballo trabaja mucho mejor y los músculos se forman de una forma más adecuada. El equino alarga su vida útil y mejora su estado interior y anímico, ya que no siente dolor. Los antiguos bocados producían más presión en las zonas donde el equino sufre, ya que actúan en partes de la cabeza donde solo existe la piel que recubre al hueso. El caballo sufría molestias y a la larga, podían provocar lesiones y dolores, que acortaban la vida del equino, restaban elasticidad a los músculos, equilibrio y armonía. Los viejos modelos consistían en complicados sistemas que eran una molestia para los equinos, ya que cuando se colocaban en potros sin domar les hacían daño al sentir el contacto. Asimismo el tiempo que el caballo tarda en adaptarse a ellos o «hacer cayo», sobre todo cuando viene de manos inexpertas y duras, es muy doloroso y hace que el caballo rehuse o adquiera posiciones inadecuadas. También hacían que el caballo alzase la cabeza debido a la solorosa presión, su dorso se hundiese y sus posteriores no se metiesen bajo el caballo. El equino no estaba ni equilibrado ni reunido y se esforzaba mucho para realizar su trabajo. Marco Barba Seijo, natural de Salas de la Ribera ya ha probado sus nuevos bocados en potros recién domados, en yeguas y sementales. También en equinos ya domados, a los que ha conseguido corregir los malos hábitos provocados por los viejos bocados. Este nuevo hackemore se adapta perfectamente a todas las especies de caballos sin causarles ninguna molestia, ya que el bocado funciona siempre unido mediante un simple cordón de cuero, es decir, los dos lados de la embocadura funcionan de forma coordinada además de conseguir un efecto de empuje en la cara del caballo. Si se tira de la rienda derecha para girar la cara del caballo será la pala izquierda de la haquima la que empuje su cara hacia la derecha, con lo cual se empuja sin dolor. El nuevo modelo hackemore ya ha sido patentado y saldrá al mercado en dos versiones diferentes por razones de estética, en estilo western americano y otra en estilo vaquero más español.