El secretario regional socialista pide a Herrera que ponga orden en el PP comarcal
Villalba califica de anécdota el voto tránsfuga del consejero del PSOE
Ángel Villalba considera dentro de la lógica que consejeros populares apoyaran a Saavedra
El secretario regional del PSOE, Ángel Villalba, manifestó ayer su satisfacción ante el hecho de que el nuevo presidente comarcal del Bierzo, Ricardo González Saavedra, haya resultado el candidato más votado de toda la historia de la institución. El número uno del socialismo castellano y leonés se refirió además a la crisis suscitada en la mañana del jueves a causa de la presentación de una candidatura popular al margen de la presidencia comarcal del partido. «Hay un partido que tiene una problema; estamos a punto de ver cómo habrá dos grupos políticos del PP registrados en el Consejo», aseguró. Además, Villalba pidió al presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que ponga orden en el seno del PP comarcal y se calificó como meramente anecdótico el hecho de que uno de los consejeros socialistas forzara una segunda vuelta en la elección de presidente al apoyar la candidatura sorpresa de la popular Beatriz Anievas. El secretario regional del PSOE defendió la postura desarrollada por Fátima López Placer y explicó que el respaldo de ésta a Saavedra fue «razonable». Asimismo, preguntado acerca de la posibilidad de que el grupo de críticos al nuevo presidente del Consejo abandone el «hogar socialista» para formar un grupo mixto, Villalba manifestó que no era el momento de hacer suposiciones ni hipótesis. Los acontecimientos que otorgaron la presidencia del Consejo Comarcal a Saavedra con el apoyo de 11 consejeros populares tiene «una lectura clara» para Jesus Esteban, para el que se ha puesto de manifiesto la clara excisión del grupo popular y la existencia de un pacto previo entre las comarcales de los dos partidos mayoritarios. Para Susi, el objetivo inicial, tanto del sector socialista encabezado por Canedo como del grupo popular afín a lopez Placer era eliminar a Esteban de la presidencia y repartirse la tarta del Consejo. La garantía para conseguirlo era, según Esteban, un pacto previo que imposibilitara mi nombramiento aunque hubiera sido designado como candidato oficial. El pacto tenía como actuación primera el compromiso de los populares de no presentar candidato y abstenerse en las votaciones. «Con lo que no contaron era con que el sector crítico popular entendiera que tenían representación suficiente como para presentar un candidato propio y menos aún con un «francotirador» socialista que les pusiera en peligro los acuerdos», explica. Esteban entiende que el voto «transfuga» no debería considerarse como tal, porque no apoyó a un candidato de otro partido y tenía garantizada la presidencia del suyo con una mayoría simple. Baraja tres posibilidades diferentes aunque dá como más probable que «alguno de los otros 23 consejeros socialistas, seguro de recuperar el voto en la segunda vuelta lo sacrificó en la primera como andanada para destapar el pacto entre las comarcales. Susi se replantea su papel en la actividad política, para lo que se tomará un tiempo. «Yo no soy un profesional de la política y pongo el límite de tolerancia donde considero oportuno», afirma.