El programa incluirá las actuaciones sobre drogas, ayuda humanitaria y marginación
Acción Social creará un macroárea de atención a los toxicómanos
El nuevo plan, que tendrá carácter bianual, incidirá en la política de salud ciudadana
El edil de Acción Social del Ayuntamiento de Ponferrada, Reiner Cortés, anunció ayer una reorganización en su concejalía para los dos próximos años, destacando el nuevo Plan Municipal de Salud. Éste consistirá en la prevención y tratamiento de conductas y hábitos que afecten a la vida de los ciudadanos, como puede ser el consumo de drogas. En este sentido, Cortés habló de los diferentes programas que habrá dentro del plan de salud ciudadana. Por una parte, estará el programa de Cooperación y Derechos Humanos, desde donde se reorganizarán las políticas de desarrollo, de ayuda humanitaria y finalmente de inmigración. Otro de los programas destacados por el edil será el Plan contra la Exclusión Social, dirigido básicamente a subsanar los problemas de marginación en el municipio. Entre las novedades en las actuaciones de la concejalía, se va a poner en marcha un aula de tecnología de la información. Cortés apuntó que ésta es una iniciativa anunciada en las pasadas campañas por su partido, llamada entonces «Tecnologías sin Barreras». El uso de este aula estará destinado principalmente para personas discapacitadas y ancianos. El edil concretó también que el esperado Centro de Día del Plantío se abrirá en pocas semanas, ya que todavía permanece en proceso de contratación de servicios. Sin embargo, Cortés no cree que la apertura se retrase mucho, ya que, de hecho, se celebrará una jornada de puertas abiertas para que los beneficiarios de este centro conozcan sus posibilidades. En conjunción con el plan de salud ciudadana, la concejalía de Acción Social ha vuelto a organizar, por segundo año consecutivo, el cursillo de prevención de drogas en la conducción, en el cual intervendrán como colaboradores profesionales de Proyecto Hombre, de la Policía Municipal y las autoescuelas de la ciudad, que serán los centros donde se impartirán los cursillos. El objetivo sigue siendo el mismo que: proporcionar información y concienciar a los futuros conductores del peligro que supone la influencia de las drogas al volante, y crear hábitos que aumenten la responsabilidad en la conducción. Los organizadores están satisfechos de la anterior edición, porque de los doscientos jóvenes que participaron en el curso, un sesenta por ciento aseguraron que el consumo de drogas y alcohol en la conducción es peligroso.