Sobrado cede terrenos a un industria pizarrera que creará 50 empleos

El municipio berciano de Sobrado acogerá antes de finales de año la instalación de una nueva industria de transformación pizarrera que creará del orden de medio centenar de puestos de trabajo directo, según anunció el alcalde, el popular Constantino Valle. Con este propósito, el pleno de la Corporación local ha aprobado ya la expropiación de una primera remesa de fincas particulares en la zona de Friera que suman una superficie de aproximadamente 10.000 metros cuadrados. Para afrontar el expediente de expropiación el gobierno local ha invocado el interés general de esta nueva industria, que está avalada por la gestión de una de las principales sociedades pizarreras de la zona de Valdeorras. Además, según comentó Valle, no se descarta que la misma compañía amplíe su negocio en torno a esta primera nave de transformación con una creación de empleo que sería mucho más importante. En todo caso, en la misma sesión plenaria lo que se decidió es iniciar el trámite para encargar la redacción de unas normas subsidiarias de planeamientos, lo que permitiría al Ayuntamiento delimitar nuevas bolsas de suelo para la instalación de empresas. De este modo no habría que recurrir como hasta ahora a incómodas expropiaciones y se facilitaría la oferta de terrenos a un buen número de sociedades que se están interesando desde hace ya tiempo por la instalación en este municipio, muy bien conectado a través de la carretera Nacional 120 con la zona gallegofronteriza. El pleno de la Corporación de Sobrado no sólo aprobó en su última sesión la expropiación de terrenos para intervenciones industriales. Los ediles populares autorizaron la expropiación de una finca en los aledaños de la playa fluvial de Friera, sin duda una de las más concurridas y atractivas de toda la comarca, para mejorar los servicios que se prestan al público. En ese punto está previsto que se construya un nuevo edificio socio-deportivo, un proyecto para el que la Junta de Castilla y León ya tiene aprobada una subvención de cerca de cien mil euros -del orden de dieciséis millones de pesetas-.