La afluencia a las piscinas crece un 30%

La gran ola de calor que está sufriendo la comarca desde hace varios días ha hecho que el número de personas que acuden diariamente a las piscinas haya aumentado en algo más de un 30%. En la ciudad de Ponferrada, cada día una media de 2.000 personas disfrutan del sol y se refrescan en el agua de la piscina municipal. Sin embargo los ponferradinos prefieren quedarse en casa si la jornada está nublada y solo unos 800 bañistas son fieles a esta divertida actividad estival. A lo largo de estos últimos calurosos días la piscina de la capital berciana ha llegado a contar con 2.300 visitantes, que intentan olvidarse del calor dándose un chapuzón, lo que supone un aumento del 30% desde que empezó el verano. A su vez, las piscinas municipales de Bembibre han contado con algo más de mil bañistas en los días más calurosos de este verano mientras que en los días nublados no pasan de los 150. Los responsables de estas instalaciones han afirmado que desde hace poco más de una semana el número de bañistas ha aumentado en un 20%. En las instalaciones deportivas municipal de Carracedelo se ha llegado a los 1.500 visitantes mientras que normalmente solo van cerca de 600 bañistas. Otra de las piscinas bercianas, de las más conocidas entre el público juvenil y que cada año cuenta con decenas de nuevos bañistas es la de Cubillos, que gracias a la ola de calor ha aumentado su número de visitantes en 200 más de los 700 que normalmente acuden a estas instalaciones. La mayoría de las piscinas de la comarca imparte cursos de natación u organiza actividades tanto para los más pequeños como para los adultos que quieran perfeccionar sus técnicas de natación. En las piscinas municipales de Bembibre se imparte clases de natación para principiantes así como también se dedican varias lecciones al perfeccionamiento de este deporte tan refrescante, en particular para niños. Casi todos los cursos se desarrollan por las mañanas, que suelen ser más tranquilas puesto que los bercianos no acuden a la piscina hasta pasadas las doce del mediodía. Sin embargo, a partir de las cuatro de la tarde estas instalaciones deportivas se llenan de gente que quiere olvidarse de las altas temperaturas. Una de las tradiciones del verano es la piscina, donde no se va solo aparadarse un baño o tomar el sol, muchas familias y jóvenes bercianos pasan las largas horas del día entre el agua, la toalla, donde comen o toman la merienda. Los bonos para las piscinas permiten disfrutar de esta tradicional actividad estival en el momento que más se desee, así aunque el día este nublado se puede ir a comer o a darse un buen chapuzón. Los jóvenes son los que más se divierten, ya que pueden pasar horas y horas tostándose al sol o refrescándose en el agua. Este verano las piscinas acogen a mucha más gente no solo debido a las altas temperaturas de estos meses sino también al recorte de precios que han efectuado algunas piscinas, ya que la novedad de este verano es que los más pequeños no pagan la entrada, una iniciativa para intentar apaliar los efectos de la pasada estación, que no fue tan calurosa como la actual. Los responsables de las piscinas municipales de la comarca afirman que los bercianos van a las piscinas en las jornadas en las que sale el sol aunque refresque un poco. Sin embargo, si está nublado a pesar de que haga calor las personas que van a la piscina son muy pocas, porque el objetivo poder lucir bronceado.