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Decenas de ponferradinos participaron un año más en la tradicional cita con San Roque

La renovación del voto de villa pervive en Ponferrada después de 403 años

Al secular acto acudieron algunos de los miembros de la corporación municipal

Los ciudadanos recogen las uvas que han sido bendecidas por el santo

Publicado por
Sheila Brey - ponferrada
Ponferrada

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Un año más decenas de ponferradinos se sumaron ayer, día de San Roque, al acto de renovación del voto de villa de la ciudad. Los vecinos acompañaron la imagen del santo que partió desde la iglesia de San Pedro hasta la basílica de La Encina en la que se celebró la eucaristía. Al concluir la ceremonia el santo fue trasladado nuevamente a la iglesia de San Pedro donde se entregaron las primeras uvas de la cosecha, que este año fueron 250 kilos. Algunos de los representantes de la corporación municipal también acudieron a renovar el voto de villa y aprovecharon para «llorar y pedir al santo». Tal es el caso del alcalde en funciones, Dario Martínez, quien aprovechó la ocasión para pedirle a San Roque un poco de agua durante estos días para sofocar los problemas que están comenzando a surgir en el municipio debido al calor y las altas temperaturas. «En el último mes venimos sufriendo un estiaje importante por lo que empezamos a tener dificultades para poder garantizar el suministro de agua a los ciudadanos así que yo le pediría a San Roque que lloviera un poco durante estos días para que así podamos aliviar la sequía que está sufriendo la cuenca del Oza», afirmó. Historia y tradición La renovación del voto de villa es una tradición que se remonta siglos atrás y con la que los ponferradinos agradecen al santo su ayuda para acabar con la peste que empezó a brotar en la ciudad durante el siglo XVI. Es en el año 1577 cuando brotaría uno de los azotes más graves de esta epidemia aunque la alarma ya había saltado durante el año anterior. En septiembre, cuando la peste se convierte en virulenta y contagiosa, el regimiento se reune en la iglesia de Nuestra Señora de Vizbayo, en Otero donde se hacen numerosas rotativas. Las horas extraordinarias de San Roque dieron su fruto. El 12 de noviembre se celebra el fin de la plaga que había «acabado con la mitad del pueblo». Como muestra de agradecimiento la villa establece el voto de San Roque que se confirmará en agosto de 1578 pero al que no se le dio formalidad municipal hasta 1600. «La villa de Ponferrada hace voto y juramento a Nuestro Señor Dios de guardar perpetuamente la fiesta de San Roque».