Un sistema automático controlará la altura de los vehículos pesados La nueva circunvalación tiene un paso inferior de 190 metros
Otra de las innovaciones que tiene el nuevo vial es un sistema por el que se controlará la altura de los camiones antes de que éstos lleguen al paso subterráneo a través de células fotoeléctricas. Carlos López Riesco manifestó que el acceso inferior tiene una capacidad de gálibo de cuatro metros para el paso de los vehículos pesados y se ha instalado un sistema automático que realizará el control metros antes de que los camiones se acerquen al acceso. De esta manera, en el caso de que alguno de los vehículos sobrepasen esta altura, una pantalla se encenderá y obligará al conductor a que pare al no librar la altura máxima permitida. El primer edil señaló además que en un futuro, una vez que la urbanización de la zona vaya incrementándose, se pondrá en marcha una vía de escape para que todos estos camiones tengan una salida alternativa. Descongestión del tráfico El alcalde se felicitó de la gran descongestión del tráfico que propiciará la nueva ronda. «El tránsito existente en Flores del Sil, en el centro, en el barrio de los Judíos y la parte alta, se aliviará con el nuevo cinturón», señaló. Asimismo, el primer edil aprovechó la ocasión para solicitar a los conductores que respeten los límites de velocidad establecidos y no quiso considerar si, en un principio, se establecerían controles de vigilancia específicos para este tramo. «Confío en la prudencia de los conductores», dijo. La longitud total de esta nueva avenida de la ciudad es de 770 metros, distancia que separa las glorietas de acceso al PP3 y a la avenida de Los escritores en el caso de la avenida de Galicia, y la entrada a la Ciudad Deportiva y recinto ferial por la de Asturias. Se trata de uno de los viales más anchos de la ciudad al contar con calzadas de siete metros en ambos sentidos, con circulación por doble carril y con una mediana de un metro que estará ajardinada. Las aceras son de cinco metros de ancho con árboles en las márgenes y aparcamientos de dos metros y medio de ancho. Pero, sin duda, lo más novedoso del nuevo vial es que cuenta con un paso inferior bajo el boulevar de La Rosaleda de 190 metros de longitud, que tiene el objetivo de no seccionar el paseo ajardinado que servirá como eje del nuevo barrio de Ponferrada. Este paso subterráneo tiene una calzada de siete metros y medio, que permite un carril en cada sentido. Este paso será sólo para vehículos. La nueva circunvalación interior de la ciudad no ha recibido aún nombre, y de momento, será conocida con la letra «N», puesto que las calles del futuro barrio de La Rosaleda todavía están sin bautizar. El alcalde, Carlos López Riesco, alabó el trabajo realizado por la constructora Begar en el desarrollo de las obras destacando su gran calidad.