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| Entrevista | Melchor Ruiz |

«Lo normal es que mantengamos un empleo estable de 300 trabajadores»

Melchor Ruiz, director general de LM en España

Publicado por
Roberto Arias - ponferrada
Ponferrada

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Melchor Ruiz es el director general de la multinacional LM Glasfiber en España. El alto ejecutivo de la fabricante de palas eólicas, que cuenta en Ponferrada con su mayor fábrica en todo el mundo, analiza en esta entrevista las perspectivas de futuro no sólo para la factoría ponferradina, sino del sector de este tipo de energía renovable. - ¿Después de la regulación de empleo y del conflicto del metal, cuál es la situación en general de la fábrica de Ponferrada? - El primer semestre del año ha sido especialmente atípico por la coincidencia de muy diversos factores que nos llevaron a una gran escasez de proyectos eólicos en toda España; a partir de junio se recupera la normalidad en la promoción de los parques eólicos y por lo tanto en los pedidos. - Desde la empresa y también de los sindicatos se llegó a aventurar la posibilidad de que en el segundo semestre incluso se incrementara la plantilla. ¿Cuántos trabajadores tienen ahora y cuáles son las previsiones a corto y medio plazo? -Cuando llegamos a Ponferrada anunciamos la creación de 250 empleos como plantilla media. Durante el 2002 alcanzamos los 300, que se redujeron a poco más de 200 en el primer semestre del 2003, y durante el presente año volveremos a superar los 300, en la línea prevista. Si bien es verdad que lo ocurrido en el primer semestre ha sido excepcional en el sector eólico, lo normal es que mantengamos un empleo estable alrededor de los 300 trabajadores. - ¿Se ha solucionado ya la falta de contratos de palas? ¿Hasta cuándo diría que hay trabajo garantizado? - A corto plazo, la carga de pedidos actual ha recuperado los niveles habituales con una carga de trabajo estable para los próximos ocho meses. A medio y largo plazo tanto las previsiones del Gobierno como de red eléctrica y los agentes del sector marcan una cifra de entre 13.000 y 15.000 MW en un plazo de ocho años. En la actualidad sólo hay instalados 5.000 MW, lo que supone mantener estable el mercado español en unos 1.000 - 1.200 MW/año. Los mercados próximos como Portugal, Francia e Italia están comenzando a despegar al amparo de unas legislaciones que fomentan las energías renovables, siguiendo las directrices del Protocolo de Kioto y la política energética de la Unión Europea. En general, los cuatro países pioneros en Europa, Dinamarca, Alemania, Holanda y España han estabilizado sus mercados mientras que el resto de países europeos, está iniciando en la sus desarrollos eólicos, que estabilizarán previsiblemente en un plazo de cinco a siete años. En este plazo, y a la vista de las previsiones de desarrollo tecnológico, la energía eólica será rentable sin necesidad de primas en zonas de fuertes vientos, lo que junto con el necesario incremento de los costes de las energías tradicionales para fomentar el no despilfarro de la energía, hará que los costes de producción de la energía eólica sean equiparables a los de las energías tradicionales. En ese momento, los países en vías de desarrollo podrán iniciar la instalación en serie de energías renovables; Norte de África, Sudamérica, etc. que hoy no pueden permitirse el lujo de pagar una energía renovable más cara que las tradiciones. El sector eólico goza de buena salud y las previsiones es que se mantendrá durante unos cuantos años, más años que los que las planificaciones de las empresas contemplan en sus planes de negocio. - Se ha colocado como foco de la crisis del primer semestre la descoordinación entre los departamentos de Medio Ambiente y de la Industria de la Junta de Castilla y León a la hora de desarrollar el plan eólico regional. ¿Cree qué el Gobierno Herrera ha tomado ha tomado ya buena nota de estos problemas y de su influencia en los productores de componentes? - Si que es cierto que la administración Medioambiental de la Junta de Castilla y León ha puesto más problemas que facilidades en el último año. yo entiendo que siendo una energía renovable debieran ser los primeros en tirar del carro, fomentando este tipo de energías, apoyadas por la Administración Ambiental Europea y Española y por los grandes grupos ecologistas que ven el medio ambiente en un concepto de planeta Tierra, donde estas energías no sólo presentan un balance altamente positivo con respecto al entorno. Los Kw/h que no se produzcan con energía renovable se producirán con energías tradicionales, mucho más contaminantes, ya que la demanda nacional y mundial de energía no para de crecer. Los países desarrollados nos hemos comprometidos a no aumentar e incluso reducir nuestros niveles de emisión de gases contaminantes, pero esto no supone que no aumente la contaminación a nivel global. Los países en vía de desarrollo, con China a la cabeza, están incrementando la demanda de energía alrededor de un 10% anual, para su necesaria industrialización y mejora de la calidad de vida. Ni ellos pueden permitirse el lujo ni nosotros podemos obligarles a que usen energías caras no contaminantes, cuando nosotros llevamos contaminando brutalmente de los inicios de la Revolución Industrial; la única vía para detener la contaminación del planeta es igualar el precio de las energías renovables con las tradicionales, a través del desarrollo tecnológico de las renovables para lo que es necesario que se generen recursos económicos mediante el fomento de su instalación en los países desarrollados. En este contexto, es difícil entender que las administraciones medioambientales no fomenten la instalación de energías renovables. - En el ámbito nacional también se ha especulado mucho en los últimos tiempos sobre la eliminación de la primas por la generación de energía a través de la eólica, lo que convertiría los parques en un negocio poco rentable. ¿Cree que este marco de ayudas puede variar o ve más bien un futuro esperanzador para el sector? - No sería presentable que variara sustancialmente el marco regulador. Existe un compromiso político con los ciudadanos y con la comunidad internacional de reducir las emisiones contaminantes y fomentar las energías renovables, además de una legalidad vigente que un país serio no lo puede modificar de la noche a la mañana. Hablando en términos automovilísticos, España ha conseguido subirse al podio en el sector de la energía eólica tanto en instalación de parques como en tecnología y en fabricación de componentes, dando empleo directo a más de quince mil españoles y con una importante economía inducida en un sector considerado de alta tecnología con una gran capacidad de exportación futura en nuestra área de influencia geográfica y cultural. El variar negativamente la normativa de primas actual daría al traste con este nuevo sector en España y sus posibilidades de futuro. - Cuando LM llegó a la comarca, aventuró que en unos años la planta de Santo Tomás estaría facturando unos 60 millones de euros. ¿Se ha logrado este nivel? - Efectivamente se han cumplido todas las previsiones tanto en cuanto a facturación como en empleo, salvo la situación coyuntural de este primer semestre. - En algunos sectores tanto político como empresariales se quejan de que LM no ha creado demasiado empleo inducido, y que muchos suministros se encargan fuera de la comarca. ¿Podría evaluar cuál es la aportación anual de la compañía en este sentido? - Los servicios subcontratados lo son con empresas locales, igual que gran parte de los suministros. No sólo para nuestra fábrica de Ponferrada sino para nuestras otras fábricas españolas. Igual que hay suministradores gallegos que suministran material auxiliar a las otras fábricas, incluida Ponferrada. Es una cuestión de calidad y productividad, en la actualidad el 100% de nuestros suministros son españoles, exceptuando las resinas y las fibras de vidrio y de carbono, de las que no existen fábricas en toda Castilla y León, no existe nada más cómodo para un empresario que disponer de suministros locales -una logística más sencilla, menor coste de transporte y mejor control de calidad- siempre que existan y cumplan las especificaciones de calidad. - En algunos sectores tanto político como empresariales se quejan de que LM no ha creado demasiado empleo inducido, y que muchos suministros se encargan fuera de la comarca. ¿Podría evaluar cuál es la aportación anual de la compañía? - Los servicios subcontratados lo son con empresas locales, igual que gran parte de los suministros. No sólo para nuestra fábrica de Ponferrada sino para nuestras otras fábricas españolas. Igual que hay suministradores gallegos que suministran material auxiliar a las otras fábricas, incluida Ponferrada. Es una cuestión de calidad y productividad, en la actualidad el 100% de nuestros suministros son españoles, exceptuando las resinas y las fibras de vidrio y de carbono, de las que no existen fábricas en toda Castilla y León, no existe nada más cómodo para un empresario que disponer de suministros locales -una logística más sencilla, menor coste de transporte y mejor control de calidad- siempre que cumplan las especificaciones de calidad. - Ustedes siempre han alabado la colaboración del Ayuntamiento de Ponferrada para promover la instalación de la fábrica. Pero lo cierto es que casi ninguna industria de este tipo ha vuelto a llegar a la comarca. ¿Cree que en el Bierzo se da realmente el campo de cultivo socioeconómico como para atraer a industrias alternativas al carbón? -Que yo sepa sí existen industrias del sector eólico en el Bierzo, incluso creo recordar haber leído en un reportaje periodístico que el 60% del empleo en el sector eólico de Castilla y León, está radicado en el Bierzo. Creo que más bien serían otras comarcas con mayor implantación de parques eólicos quienes pudieran quejarse del poco empleo industrial generado en su localidad. Esta situación favorable en el Bierzo es consecuencia de la buena labor realizada por los ayuntamientos y por la política de la Junta de Castilla y León de fomentar las inversiones en esta comarca para paliar las consecuencias de la crisis del carbón. A pesar de las dificultades intrínsecas que toda comarca donde su economía está basada históricamente en un monocultivo, tiene para reconvertirse. Como son la adaptación a los nuevos sectores, tanto de la industria auxiliar como de la cualificación profesional, la falta de infraestructura adecuadas a las nuevas industrias o la alta conflictividad social arrastrada de la crisis del sector económico histórico, que son siempre factores que penalizan la reconversión de comarcas en crisis desincentivando las nuevas inversiones. Esa es la razón por la que desde la administraciones europea, nacional y regional se articulan inversiones especiales y líneas de fomento específicas. - Por cierto, ¿cómo es la relación con los agentes sociales después de unos meses tan convulsos? - Independientemente del conflicto del sector del metal la relación con los agentes sociales es buena y profesional, como debe ser, creo que ya pasaron los tiempos en que tanto empresarios como sindicatos mirábamos al otro como enemigo. Las relaciones laborales hoy en día se deben enmarcar en un concepto de colaboración, sabiendo que estamos todos en el mismo barco. - Está pendiente la inauguración de la ampliación de la fábrica. ¿Cuando será, y a que se va a dedicar el nuevo pabellón? - En esta primera semana de septiembre se ha iniciado la producción de las primeras palas en la nueva nave, fabricando las mismas palas que hemos venido produciendo. Aunque esta nueva nave está diseñada para la futura fabricación de moldes y palas de hasta 80 m., para los aerogeneradores gigantes que actualmente están en fase de desarrollo. - En último lugar. Cuáles son las líneas estratégicas de futuro de LM en Ponferrada. ¿Habrá nuevas inversiones? - La puesta del grupo multinacional LM por Ponferrada es muy alta. Hemos construido la mayor fábrica del Grupo con visión de futuro, pero todo depende de la competitividad. Debemos seguir siendo capaces de mantener el mejor producto del mercado, de poco sirven los planes y las estrategias si las empresas pierden competitividad y flexibilidad para adaptarse a los mercados. LM es reconocida internacionalmente por representar la vanguardia de la tecnología en las palas para los aerogeneradores y realiza inversiones de forma continuada para atender todos los mercados en el mundo. Cuenta con diez factorías en Europa, Asia y América, y como toda multinacional, cada fábrica debe mantener y mejorar su nivel de competitividad y productividad. No sólo con respecto a nuestros competidores, sino también entre las diferentes fábricas del grupo. Cuando unos mercados se expanden y otros se contraen, las multinacionales modifican la localización de sus inversiones y en época de mercados en recesión. Cuando hay exceso de capacidad, son las fábricas con mayores costes las primeras que se cierran. Ningún empresario cerrará las fábricas más rentables. Así pues, independientemente de otros factores, la supervivencia de una fábrica depende de sus propias capacidades.