La tarde embrujada

El desfile de carrozas en la capital del Bierzo Alto se ha convertido con los años en uno de los actos más populares y tradicionales de las fiestas. En esta ocasión, el acto incorporó grandes novedades para sorpresa de los asistentes, en su gran mayoría niños. Y es que el día del Cristín se vivió con una magia especial. Siete carrozas recorrieron las principales calles de la villa, acompañadas de cinco charangas. El colorido, la iluminación y los efectos especiales, sobre todo bombas que lanzaban grandes cantidades de serpentinas, protagonizaron el desfile. Los niños, como suele ser habitual en las carrozas, disfrutaron recogiendo caramelos y tirándose serpentina y confeti. En uno de los vehículos engalanados pasearon por las calles de la villa la reina de las fiestas y sus damas de honor. Pero la tarde en Bembibre estaba embrujada. Otra de las carrozas, «La noche bruja», portaba a multitud de niños disfrazados con atuendos tenebrosos de brujos y brujas. Más tarde una réplica de esta carroza tendría un trágico final. Al concluir el desfile, cuando la noche ya había caído en la plaza Santa Bárbara, que rinde honor a los mineros de la capital del Bierzo Alto, se quemó una replica de la carroza «La noche bruja». Bembibre vivió ayer una mezcla entre el carnaval y las fallas. Por un lado, niños y niñas convertidos en pequeños brujos y brujas, y por otro, la plaza minera veía como el fuego de la falla ardiendo iluminaba la noche. Tampoco falto el concurso al mejor disfraz, con el que los más originales y tenebrosos se llevaron premios a casa. Más tarde, los participantes pudieron disfrutar de una gran traca y fuegos de artificio. Además, una gran queimada animó el resto del acto. Por otro lado, diversas actividades hicieron del día del Cristo una auténtica fiesta. Los niños siguieron participando en las actividades y juegos del «Divercristo» y «Juegolandia», y los mayores disfrutaron del concierto en la Plaza Mayor a cargo de la Banda de Catoeira, del concurso de tiro con carabina y de la gran verbena nocturna a cargo de la orquesta Montes, con actuación de la berciana Mapi, incluida.