Cien años de Adoración en Ponferrada

La Adoración Nocturna de Ponferrada cumplió ayer cien años. Para celebrarlo, cientos de personas participaron en una nueva edición de esta tradicional ceremonia, que comenzó a las nueve de la tarde con una procesión de banderas desde la Basílica de la Encina y terminó con la intervención del obispo de la Diócesis de Astorga, Camilo Lorenzo, en la iglesia de San Pedro. La plaza de la Encina bullía de animación ayer al atardecer. Quinientas personas venidas de muchos lugares del noroeste de España comenzaron la procesión de las banderas, en la cual, cada ciudad llevaba un distintivo y una enseña propia. Tras ellos, cientos de fieles ponferradinos cerraron la comitiva, que discurrió sin problemas por el puente García Ojeda, y la avenida Perez Colino, para llegar finalmente al templo de San Pedro. Fue allí donde comenzó la vigilia, alrededor de las diez y media de la noche. Ésta fue una hermosa y emotiva ceremonia, que se viene celebrando en la misma iglesia cada mes, desde los años 60. El obispo de Astorga fue el encargado en esta ocasión de dirigir la Adoración Nocturna, secundado en todo momento por los principales sacerdotes de la ciudad, y por el rector de la basílica de la Encina, Antolín de Cela. Asimismo, también estaba presente el presidente nacional de la Adoración Nocturna. La ceremonia siguió este orden: vísperas, eucaristía, exposición del Santísimo Sacramento, el oficio de lectura, la oración del centenario y en último lugar, la bendición. Aunque ayer se anunciara el centenario de la Adoración Nocturna, los festejos y celebraciones comenzaron el 25 de enero de este año, el día de la primera vigilia, que tuvo lugar en la iglesia de la Encina en el 1903. Los actuales miembros presenciaron la bendición de una nueva bandera para la procesión, hecha a mano por la bordadora gallega Raquel Álvarez, en oro, sobre raso y sedas finas. Las Adoraciones Nocturnas comenzaron a celebrarse en Francia en 1848, de la mano del judeo convertido Herman Cohen. Llegó a España en el 1877, gracias a Luis de Trilles y Noguerol. El objetivo principal de esta ceremonia sigue siendo el mismo que el de la fundación: promover el culto público al Santísimo Sacramento. En el municipio están presentes dos secciones: una en Ponferrada y otra en Valdecañada.