Los peatones ocupan el lugar de los vehículos en las calles de Ponferrada La cosecha de pimientos

El Día Internacional sin Coche fue un completo éxito en la capital del Bierzo. La última y más importante jornada, dentro de la Semana Europea de la Movilidad, animó a miles de ponferradinos a dejar sus medios de transporte cotidianos para usar los autobuses y otros medios públicos en sus desplazamientos por toda la ciudad. El resultado fue más que visible: el tráfico urbano se redujo más de un diez por ciento, una cifra no muy alta, pero si significativa dentro de una ciudad como Ponferrada, que se encuentra absorvida generalmente por problemas circulatorios. El Día sin Coche se vivió plenamente en la plaza Lazúrtegui, que permaneció cortada al tráfico a lo largo de toda la jornada. Allí se organizó un improvisado polideportivo al aire libre, donde los niños y jóvenes pudieron jugar y practicar numerosos deportes, en lugares asfaltados antes pertenecientes al reino del automóvil. A partir de las cinco de la tarde comenzaron los campeonatos de voleibol, en la entrada a la avenida Pérez Colino, el de futbito, en la calle General Gómez Núñez, y el de aerobic y gimnasia rítmica, en un escenario especialmente instalado para esta actividad frente a Caja España en la misma plaza. Pero también había juegos para los más mayores. El torneo de rana fue muy disputado por los participantes de la tercera edad, si bien algún joven también lanzó fichas a la boca del batracio. Sin embargo, el Día Sin Coche no se resumió a las actividades deportivas, sino que también tuvieron lugar otros actos culturales y sociales. A las once de la mañana de ayer, la concejala de Medio Ambiente, Teresa García Magaz, hizo entrega de los trofeos pertenecientes a los concursos de carteles y Gymkhana Fotográfica. Isabel López fue la ganadora del primero, por lo que obtuvo un premio de trescientos euros. Nuria Prieto y Gonzalo Rodríguez consiguieron sendos accésits de ciento ochenta euros. Respecto a la Gymkhana Fotográfica, el finalista fue Raúl Méndez Martín, que ganó ciento cincuenta euros por tomar la mejor instantánea; Yohana Córdoba se coronó subcampeona con cien euros, y Beatriz Blanco Rodríguez, que quedó tercera y recibió cincuenta euros. Por otro lado, la concejalía de Medio Ambiente hizo público el interés del Ayuntamiento por instalar todo tipo de accesos a minusválidos en las calles de la ciudad. PARECE ser que este año vamos a poder disfrutar en menor medida de ese estupendo manjar que es el pimiento asado de El Bierzo, a no ser que recurramos a los botes guardados en la despensa o asemos otros que no sean de la comarca, aunque si estamos con antojo siempre encontraremos un gesto gentil por parte de algún hostelero ofreciéndonos esos pimientos caseros, de los de verdad, que se hacen en su casa de toda la vida. Y es que las tormentas y el excesivo calor han menguado considerablemente la cosecha de pimientos, según datos del Consejo, que entre sus desafíos no contaba con lidiar en su primer año de historia con una climatología hostil. Los primeros retos del joven Consejo Regulador del Pimiento Asado del Bierzo, estuvieron en su origen, en la recuperación del cultivo tradicional del pimiento casi desaparecido en la comarca debido a la invasión de otras variedades foráneas más productivas que habían desplazado a la autóctona, seleccionando varias líneas de pimiento de los cultivares tradicionales. Con el tiempo las dificultades no han residido sólo en la recuperación de la planta, sino en la burocracia que conlleva el registro de parcelas y el posterior control de cultivo, debido a la excesiva fragmentación de los terrenos y a la mentalidad de un agricultor que ronda los sesenta años y cuya principal fuente de ingresos no proviene de la agricultura en su mayoría. Y es que, a pesar de que nuestra comarca es eminentemente agrícola, apenas existen jóvenes agricultores que se dediquen en su totalidad a los trabajos del campo y si lo hacen es de manera secundaria por herencia familiar. El control de calidad y autenticidad en la elaboración y envasado de las industrias conserveras inscritas, es otro de los objetivos del Consejo. El pasado año se certificaron 350.000 kilos de pimientos, cantidad insuficiente para satisfacer la demanda de las once empresas inscritas en este organismo, más aún cuando algunas de ellas envasan pimientos no sólo en esta época y venden sus productos en grandes superficies. ¿De dónde viene el resto de pimientos que se necesita para envasar? Evidentemente de zonas con una mayor producción en pimientos que la nuestra, como son Benavente y Murcia, acondicionada con invernaderos y sistemas de riego avanzados para producir cultivos hortofrutícolas durante todo el año. ¿Podremos llegar a implantar nuevas técnicas de cultivo que nos hagan ser más competitivos para satisfacer las demandas generadas?.