El derrabe en el pozo La Granja no fue debido a un fallo de seguridad

El responsable territorial de Minas, Luís Fuentes, indicó en su informe sobre el accidente minero del pasado cinco de agosto, en el que permanecieron dos mineros bajo tierra durante cuarenta y ocho horas en el pozo de Antracitas de La Granja, que el derrumbe del techo no fue causado por un fallo de seguridad. Fuentes puntualizó que el derrabe tuvo lugar por una fractura en la galería que era poco visible, porque estaba cubierta por capas de carbón, y no por el mal estado de las vigas y los soportes. «Allí ha tenido lugar simplemente lo que en la jerga minera se conoce como un golpe de techo» afirmó ayer. «En el taller de la galería había una brecha oculta bajo el carbón que no se vió o no se le dió importancia, pero las vigas no estaban mal». Por lo tanto, el responsable de Minas asegura que la estructura de la mina no incumplía ningún tipo de seguridad laboral, aunque todavía prefiere alejarse de la teoría de que el derrumbe fuera completamente fortuito. El estudio efectuado por la administración regional apunta a que esta fisura fue la que provocó la caída de las trece mil toneladas de escombro sobre la galería, ubicada a veintiséis metros de profundidad, ya que mantenía inestable el techo bajo el que trabajaban los mineros. De todas formas, para evitar otros accidentes, se ha cerrado completamente este ala de la mina, hasta que se compruebe su estabilidad en una comisión regional de seguridad minera, que aprobará un plan de seguridad exhaustivo para la zona afectada por el derrumbamiento.