Sillón y cohabitación
CUANDO decimos «aquí no dimite nadie» es por falta de memoria. Si hacemos un pequeño esfuerzo, recordaremos presidentes, ministros, subsecretarios, parlamentarios, alcaldes y concejales que dejaron voluntariamente sus puestos de más o menos mandos, quizá porque algunos silloes no son tan confortables como parece, también por coherencia. Y cuando en algún pequeño paraíso los cesantes tienen la costumbre de llevarse los atributos a casa, lo dijo el exalcalde con voz grave y varonil, no hace falta que lo jure, no necesariamente es por apego al sillón, a saber porqué puede ser una sobrecarga de ternura, como el protagonizado por aquel dirigente del Club de Tenis de Ponferrada cuando entregó la copa más grande a su hijo subcampeón. Una vez llevé el bastón de mandom cediendo a la amable insistencia del general que copresidía el acto, sorprendido el hombre de que el gobernador no llevara el suyo. Como soy zurdo, no sabía en qué mano llevarlo, ni si portarlo como atributo o como paraguas cuando ya no llueve. Un verdadeso engorro, pero acepto que a otros pueda gustar, incluso que lleguen a tenerle cariño, en todo caso un poco de sentido del humor no viene mal en estos casos menos sangrantes que el de aquel ayuntamiento de Pontevedra donde el alcalde pagó su dentadura postiza con cargo al erario público y la oposición presentó una moción de urgencia exigiendo que la dentadura del alcalde fuera declarada bien de uso público. Lo que ya no tiene ninguna gracia es el deterioro a que ha llegado el Consejo Comarcal del Bierzo, sumido en esa especie de cohabitación a la suiza donde no se sabe bien dónde acaba el gobierno y dónde la oposición. Sería deseable y lógico que, preservada, conservada y consolidada la mayoría absoluta que le otorgan los ciudadanos del Bierzo, el PSOE gobernara y la oposición hiciera su trabajo, igualmente importante y necesario, porque la actual situación desconcierta a los sufridos contribuyentes y debilita la tierna institución. Primero porque democracia para ser estable necesita para asentarse sobre esos dos pies que son gobierno y oposición, segundo, porque la líder comarcal del PP acaba de decir bien claro que antes pactaría con el diablo que con los socialistas, siempre, añado yo, que el diablo no sea concejal del PP en Cacabelos y tercero porque esos alcaldes que exhiben un antisocialismo primario en su territorio y votan con el PSOE en el Consejo Comarcal, volverán a su estado natural. Los padres de alumnos del colegio Virgen de la Quinta Angustia de Cacabelos amenazaron ayer con encerrarse en las dependencias de la Junta de Castilla y León si la consejería de Educación no atiende sus peticiones de crear una sexta aula de Infantil y la contratación de más personal. La Apa ha mostrado su malestar por la falta de respuesta del director provincial de Educación y solicitarán por ello una reunión con el consejero de Educación. Los padres retomaron ayer sus medidas de presión y se concentraron durante media hora en el patio del centro escolar, mientras los niños entraban a clase. La secretaria de la asociación, Anal Isabel Valcarce, advirtió que están dispuestos a ir más allá. De momento, repetirán estas concentraciones a lo largo de toda la semana, de 15 a 15.30 horas.