Inquietud en los focos productivos
Aunque la alta dirección del conglomerado mexicano Vitro ha ido introduciendo durante los últimos años a sus hombres de confianza en la gestión de Vitro Cristalglass, la salida del equipo ejecutivo de los hermanos Prado ha sido recibida con cierta inquietud en los municipios de Camponaraya o Villadecanes donde se localizan las fábricas de la compañía. Fundamentalmente porque la «familiaridad» con los Prado permitía una conexión más directa con los planes de una industria estratética en el Bierzo. En este sentido, por ejemplo, se pronunció ayer el alcalde de Camponaraya, el socialista Antonio Canedo, quien no ocultó su desasosiego a pesar de expresar su confianza en que los nuevos directivos no perjudiquen la creciente actividad de Vitro en la zona. Canedo, en todo caso, espera que el nuevo equipo ejecutivo de la sociedad se presente al Ayuntamiento para intercambiar pareceres y al mismo tiempo evitar cualquier tipo de zozobra.