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El Ayuntamiento colocará una placa de recuerdo en el cementerio

Priaranza enterrará el sábado a doce de los trece paseados en 1936

El cuerpo de Emilio Silva Faba, primera víctima de la guerra identificada por ADN, reposará en Pereje

Imagen de la exhumación de la fosa de Priaranza en octubre del 2000

Ponferrada

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Sesenta y cuatro años bajo tierra, en una fosa anónima, y tres en un edificio oficial, a la espera de ser identificados. El Ayuntamiento de Priaranza pondrá este sábado el epílogo a una de las historias más negras de la represión franquista en el Bierzo enterrando en el cementerio municipal a doce de los trece paseados a las puertas de la localidad la noche del 16 de octubre de 1936. Los restos de Emilio Silva Faba, primera víctima de la Guerra Civil identificada mediante pruebas de ADN, reposarán en Pereje, junto a la que fuera su esposa. Los resultados de las últimas elecciones han querido que sea un alcalde del PP, partido que siempre se mostró reacio a condenar el alzamiento militar, el que rinda homenaje a los «trece de Priaranza» tres años después de que la exhumación de la fosa donde permanecían sepultados sirviera para crear la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y pusiera de actualidad el problema de los desaparecidos. Una nota oficial del PP resaltaba ayer la intención del Ayuntamiento, que correrá con todos los gastos, de «cerrar heridas del pasado proporcionando a los familiares de estas personas un lugar donde poder llorar y rezar a sus muertos». El homenaje comenzará a las 11 horas con el traslado de los restos desde el Ayuntamiento hasta el cementerio de Villalibre de la Jurisdicción, donde se colocará una placa de recuerdo. El Ayuntamiento ha invitado a familiares de los represaliados y deja claro que si en un futuro alguna familia reclama los restos, facilitará la entrega. Tres años de investigación han permitido confirmar que además de Emilio Silva Faba, reposaron en la fosa Enrique González Miguel, César Fernández Méndez, Manuel Lago González y Juan Francisco Falagán Álvarez. Completan la lista seis hombres aún sin confirmar; Gregorio Villalibre Pérez, Blas Fernández Mauriz, Victoriano García Castaño, Gaspar Uría Mauriz, Antonio López García y Sergio Prada Cobo. Sigue siendo un misterio la identidad del último de los paseados; un hombre manco del que nadie ha podido aportar ningún dato. Todos habían sido trasladados a Priaranza desde la improvisada prisión del Ayuntamiento de Villafranca. En principio trasladaron a 15, aunque Leopoldo Moreira logró escapar y contar lo sucedido antes de ser abatido en el monte en agosto de 1937, y la familia de otro de los asesinados recuperó su cuerpo poco después.