Una avispa en el parabrisas
EN ESTOS tiempos en los que tanto sentido común se les demanda a los jueces, la sentencia del magistrado del número 3 de Ponferrada viene a poner el único punto de cordura en la descerebrada disputa en el seno del PSOE de la capital berciana entre su ex secretario y los actuales dirigentes. Como bien apunta Pedro Nieto, en todas las cloacas de la política local es -como poco- suficientemente sospechosa la actitud intrigante de Pedro Fernández tanto cuando dirigía la agrupación como cuando recibió la patada en el culo en vísperas de las elecciones. Pero es una intuición, un ramillete de fundadas sospechas, que el firmante de la sentencia condenatoria no ha tenido sensatamente en cuenta a la hora de hacer prevalecer un derecho fundamental, el de la libre asociación, frente a las prisas socialistas de quitarse de en medio a toda cosa a Fernández y compañía. Pedro Fernández se convirtió en ciernes de la batalla electoral por Ponferrada en esa especie de avispa que aparece en el interior del parabrisas del coche, y que aunque el animalito tal vez sólo esté buscando un mirador privilegiado para contemplar el paisaje, te apresuras a machacar a riesgo de saltarte todas las señales y hasta de perder el control. La dirección del PSOE también actuó demasiado atropellada y ahora deberá reafiliar al moscardón.