El rector aspira a integrar a 47 empresas en el Instituto Tecnológico de la Pizarra

El Instituto Tecnológico de la Pizarra, que ayer celebró en Ponferrada una reunión de su Junta Directiva para dotarse de estatutos y régimen interno, aspira a reunir a las 47 empresas que forman parte de las dos organizaciones patronales y a convertirse en el instrumento que introduzca los adelantos técnicos y la mejora de las condiciones laborales y medioambientales en el sistema productivo del sector. El rector de la Universidad de León, Ángel Penas, que ha impulsado la creación del centro tras recoger la iniciativa de la patronal y el Ayuntamiento de Ponferrada, acudió en persona a la reunión de la Junta Directiva y expresó su confianza que todos los socios de las dos patronales que participan en el proyecto formalicen su ingreso. Los miembros del Instituto estudian ahora si las empresas integradas aportarán una cuota fija al organismo o variable en función de criterios empresariales. La reunión de ayer fue saludada por Penas como «el paso definitivo» que marca el nacimiento del instituto. Quizá por eso, tanto el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, como los presidentes de las patronales Apropicale, Demetrio Campo, y Apicale, Manuel Lamelas Viloria, adoptaron un tono solemne cuando se dirigieron a los periodistas. Campo confía en que el centro se la herramienta que solucione los problemas de un sector que todavía tiene que mejorar sus condiciones de trabajo, la seguridad y la productividad. Campo considera que uno de los grandes problemas de la minería del carbón ha sido su dificultada para mejorar la productividad con los nuevos adelantos tecnológicos y confía en que el instituto palíe esa carencia que las empresas notarán a corto plazo. Viloria, por su parte, espera que el centro sirva para resolver los «problemas serios» de mercados y competencia de precios a los que se enfrenta el sector pizarrero. El alcalde de Ponferrada fue el más solemne de los asistentes cuando calificó de hito histórico que el instituto, un proyecto que se veía como una utopía, reúna a la administración a través de los municipios de Puente y Ponferrada, y de la Junta, a la Universidad y a las empresas. «Hoy es un día histórico y en diez o doce años, la industria de la pizarra notará la existencia de este instituto», afirmó.