La policía científica certifica al juez anomalías en la instalación de gas

La inspectora de la policía científica reconocía ayer que la fuga de gas en el inmueble 185 de la avenida del Castillo se debió a deficiencias o alteraciones en la instalación del gas. Además, añadió que el estado en el que se encontraba la instalación no coincidía con el proyecto que Gas Natural había entregado al servicio territorial de la Junta de Castilla y León. «La instalación no coincidía con los planos iniciales. Es decir, no era equivalente al informe que se tiene que presentar ante la Junta para que esta autorice dicha instalación» matizó la testigo. La policía científica también concretó que Gas Natural carecía de la autorización suficiente para suministrar el combustible en el edificio destruido por la explosión. Las conclusiones del informe policial fueron avaladas por el jefe del servicio territorial de Industria y Energía de la Junta, Emilio Fernández, quien aseguró que esta red de gas no cumplía las condiciones técnicas y administrativas que este tipo de acometidas deben reunir para su puesta en servicio. De este modo Fernández reveló que debido al incumplimiento de la normativa esta red nunca debía haber comenzado a suministrar el combustible. Las deficiencias En esta línea se mostraron los técnicos del servicio territorial quienes concretaron que el plano de sección tipo de la acometida con toma y carga no se ajustaba a la realidad. Entre las deficiencias mencionadas por el personal técnico se esgrimieron la carencia de una banda de señalización, la inexistencia de un anclaje de hormigón o cualquier otra pieza que funcionara como soporte así como que no se habían respetado las distancias reglamentarias (40 centímetros). «La instalación no se adapta al plano tipo. Esta red no cumplía las medidas de seguridad», concretó uno de los técnicos. Además, señalaron que no existía ninguna normativa que permita una modificación posterior sobre el plano tipo al mismo tiempo que afirmaron que las condiciones de la empresa tienen que estar supeditadas a las del proyecto de ejecución. No obstante, creen que estas deficiencias no han sido la causa directa de la rotura pero que el incidente estuvo avalado por un cúmulo de circunstancias. «Creemos que la causa directa fue una fuerte presión externa pero el siniestro se apoyó en varias circunstancias».